Las palabras de la reforma
Tras ser aprobadas las leyes secundarias de la reforma energética en el Senado, el dictamen será discutido en la Cámara de Diputados para ser votada.
No hace falta decir que el impacto de la reforma va a ser trascendental. Un cambio de paradigma en el manejo del petróleo le ha costado mucho trabajo a la mayoría de la ciudadanía.
Sin embargo, ante el declive de la producción petrolera, era una locura no cambiar radicalmente la dinámica del sector energético.
Alberto MoralesTras ser aprobadas las leyes secundarias de la reforma energética en el Senado, el dictamen será discutido en la Cámara de Diputados para ser votada.
No hace falta decir que el impacto de la reforma va a ser trascendental. Un cambio de paradigma en el manejo del petróleo le ha costado mucho trabajo a la mayoría de la ciudadanía.
Sin embargo, ante el declive de la producción petrolera, era una locura no cambiar radicalmente la dinámica del sector energético.
Sin entrar a la discusión de las bondades o temas en los que se quedó corta la reforma, es importante analizar el debate que se tuvo en el Senado.
Después de todo, es un cambio profundo para el país y de algo servirá saber lo que nuestros representantes discutieron al momento de pasar el dictamen.
Así, para alimentar el morbo, podemos analizar el conteo de las palabras que los senadores expresaron durante el debate y sus posibles implicaciones.
Durante la completa discusión en el Senado, se expresaron un total de 43 mil 54 palabras (69 mil 878 si se agregan las conjunciones, preposiciones y demás). Del total, se utilizaron 7 mil 292 palabras no repetidas.
Empezando por la palabra más utilizada (sin contar conjunciones y demás), la ganadora fue “senador”, con 418 menciones. Esto nos habla de la persistente dinámica “diplomática” de expresarse entre los políticos.
La palabra “senadora” tuvo un poco menos de un cuarto de las menciones (103). Esto puede servir como estadística para aquellos que abogan por un mayor rol de las mujeres en la vida política de México.
La segunda palabra con más menciones habla de la omnipresencia de Enrique Peña Nieto en el Legislativo, posible señal del presidencialismo a la antigua.
La palabra “presidente” se expresó 322 veces, por encima de “ley” (223), “hidrocarburos” (199), “reforma” (138), “energética” (134). Se terminó haciendo un esfuerzo mayor por aludir al presidente que por discutir el contenido de la reforma, esto podría hablar de la falta de debate en el Senado.
Hablando sobre la retórica de la discusión, tenemos otro ejemplo que nos muestra la falta de análisis técnico.
Las palabras como “nacional” (164), “mexicanos” (107), “pueblo” (75), suelen ser herramientas para apelar a sentimientos patrióticos, si se les quiere llamar así. Son utilizadas generalmente para descalificar (o impulsar) ideas, sin tener argumentos sólidos de fondo.
De esta manera, se quedaron por detrás palabras que atañen a impactos tangibles de la reforma como “corrupción” (32), “competencia” (27), “inversión” (15), “gasolina” (8), “monopolios” (8).
No es novedad que las discusiones legislativas pequen de exceso en su retórica política, dejando a un lado el verdadero debate de ideas. Pero siempre es decepcionante confirmar que esto sigue siendo una realidad.
Como ciudadanos tenemos la obligación de presionar a nuestros representantes a trabajar de la mejor manera
Si ver la programación del canal del Congreso, o leer las transcripciones de los debates puede ser un suplicio, debería existir una iniciativa para presentar la discusión del Legislativo en un formato más digerible.
*El análisis se hizo en base a la transcripción de la discusión publicada en el sitio de Internet del Senado: http://goo.gl/bSDe7