Legislando el ‘sexting’
Llama la atención que los legisladores no solo están volteando a pasado para traer al futuro leyes que habían quedado en la prehistoria. También parece que están viendo al futuro, y que tienen el deseo de ir preparando a México para la nueva era que ya comenzó.
No es de sabios darse cuenta que los sistemas electrónicos y de comunicación están teniendo no solo un efecto económico o práctico en nuestra vida. También están alterando las bases culturales, sustento de nuestras relaciones humanas.
Marcela Garza AguirreLlama la atención que los legisladores no solo están volteando a pasado para traer al futuro leyes que habían quedado en la prehistoria. También parece que están viendo al futuro, y que tienen el deseo de ir preparando a México para la nueva era que ya comenzó.
No es de sabios darse cuenta que los sistemas electrónicos y de comunicación están teniendo no solo un efecto económico o práctico en nuestra vida. También están alterando las bases culturales, sustento de nuestras relaciones humanas.
La nueva socialización a través de los medios electrónicos ha dejado “en cueros” nuestra privacidad. La necesidad de plantear los nuevos marcos jurídicos que regulen nuestros derechos –pero también nuestras responsabilidades– son indispensables para que este circo no se salga de control.
Los más expuestos son los jóvenes, que viven su vida a través de las redes sociales, y que como lo explican los psicólogos, no cuentan con un pensamiento formal o abstracto que les permita entender las consecuencias de sus actos, manteniéndolos en un riesgo latente sobre las decisiones que toman y los actos que realizan.
De estas nuevas realidades parece que están conscientes algunos diputados, como la diputada federal Marina Garay, que ha propuesto un decreto de reforma para el artículo 200 del código penal, aquel que se refiere a la pornografía infantil, derivada de las nuevas prácticas de ‘sexting’ y de la inundación de material sexual de menores en las redes, producto de las fotos o videos que los jóvenes hacen de ellos mismos.
En la iniciativa la diputada expone que una foto o video de un joven con contenido sexual, puede ser lasiva si cae en las manos equivocadas. Verdad que se demuestra con las nuevas prácticas de los grupos criminales y el mercado negro de pornografía infantil.
Estos grupos han encontrado en las redes el lugar para disponer, de manera gratuita y sencilla, del material pornográfico que utilizan para realizar sus películas o surtir sus paginas de internet.
Sin embargo manos equivocadas son todas aquellas que tienen acceso a la foto del menor. Sin distinción de pertenencia, a algún grupo criminal, o bien, al “grupo de amigos” de dicho menor.
Porque si un menor hace la tarugada, digna de su edad, de enviarle al novi@ en turno, una foto o video sexualmente explícito, quien lo recibe debe de entender que reenviarlo a sus amigos podría ser considerado un delito por distribución de contenido pornográfico de un menor y esto debe de quedar claro en la nueva reforma de ley.
En Estados Unidos, 20 estados han suscrito leyes al respecto del “sexting”, declarándolo un acto ilegal: que un menor se tome fotos de sus partes privadas; que cualquier persona menor o adulta posea, en sus aparatos electrónicas, fotos con contenido sexual de un menor; o bien el reenvío a otros dispositivos u otras personas de dicho contenido. Con consecuencias legales desde administrativas hasta penales.
Esta reforma puede ser la llave de protección para que jóvenes defiendan su derechos ante el riesgo de ser fotografiados con o sin su autorización, o que cualquier material lascivo de su persona sea expuesto y distribuido. Pero también deberá poner en alerta a los padres, para que expliquen a sus hijos, que si ellos reenvían contenido sexual a sus amistades, pudieran ser juzgados como distribuidores de material pornográfico.