Por acá en los Panamericanos, la nadadora Fernanda González se da un agarrón con Mario García, cabeza de la Jefatura de Misión (máxima autoridad en la Delegación) por el tema del traje de baño y la gorra que utiliza en estos Juegos.
A ella la patrocina Speedo, la marca oficial del COM es ARENA y de ahí la “Bronquitis”, el agarrón que trasciende y se amplifica hasta tomar proporciones absurdas.
Allá en Charlotte, Miguel Herrera, no busca quién se la hizo sino quién se la pague después del ridículo empate ante Trinidad y Tobago a cuatro goles, cuando los teníamos 2-0 abajo.
“Bronquitis” inútil y muy a su estilo con el arbitraje al final del juego y luego con quien se le pusiera enfrente.
Por si fuera poco, el Cruz Azul se sube al RING de las “Bronquitis” con la mismísima Femexfut por el tema de la ruptura del ligamento cruzado que sufre el “Jerry” Flores durante la COPA América 2015.
Romper reglamento
En el caso de Fernanda es muy plausible y legítimo que apoye y defienda al patrocinador del que con mucho esfuerzo ha logrado apoyo, sin embargo, el COM ha logrado también con mucho esfuerzo el apoyo a TODA la delegación, con lo que ayuda a sufragar sus gastos más allá de presupuestos generales, esto lo saben Todos los atletas, Fernanda incluida, es más, hace unos meses durante los Centroamericanos de Veracruz se suscitó un problema parecido generando una tensión similar.
Sus declaraciones aquí en Toronto fueron muy fuertes:
“¿Ellos van a acabar mi carrera? No lo voy a permitir. Así tenga que nadar desnuda, lo voy a hacer de todos modos, no me importa, pero no es justo que se lleven entre las patas a los atletas siempre, no es justo que sea como siempre los intereses de ellos, no es justo que atletas como Ana Guevara no hayan podido hacer un cambio contra el sistema y no creo que lo haya. Estoy muy indignada”.
Ana Guevara no tiene vela aquí
Aclaremos de una vez que Ana Guevara se fue del deporte porque ella así lo quiso en aquel episodio en el que enfrentó a su hasta ese día cuate, Carlos Hermosillo, entonces Director en CONADE, exigiendo una cita inmediata con el entonces Presidente Felipe Calderón, no hubo tal. Marcelo Ebrard aprovechó el momento inventándole a un puesto en el Gobierno del D.F. y lo demás es historia.
Dejemos a un lado el tema “Ana Guevara” que seguramente Fernanda trajo a colación por el momento, pero sin duda lo de la ropa se habló, y está escrito en el reglamento aceptado por toda la delegación.
Para Fernanda no fue suficiente, hubo discusión larga con el Jefe de Misión que la califica de franca rebeldía, luego la explosión, luego la competencia en que pasa a finales pero no hubo un punto medio, hasta que…
CONADE le entra
Espero, por el bien de todos, que la intervención del Director de CONADE, Alfredo Castillo haya sido de común acuerdo con el COM que preside Carlos Padilla, apegado a la normativa que es muy clara, si la ropa proporcionada por el COM al atleta no es de la mejor calidad para la competencia específica, entonces se le proporcionará de una marca alterna, así de simple.
Esto ya ocurrió en Londres 2012 cuando la firma de ropa deportiva Atlética, que entonces vestía a la Delegación Olímpica, no estaba en posición de entregar la ropa específica para deportes especializados, entre ellos la Natación y Clavados, que expusieron sus casos, hubo cierto jaloneo pero al final prevaleció la cordura, no hay firma de ropa deportiva en el mundo que pueda entregar ropa especializada de todos los deportes olímpicos, de ahí estos acuerdos en casos muy puntuales.
CONADE–COM
El COM la separa de la Delegación ante esta rebeldía, Fernanda acude con Alfredo Castillo que alcanza un acuerdo, a decir de él mismo, con ambas partes. “Es un tema de formas”, dijo Castillo.
Llegan al acuerdo tripartito de mantenerla en la Delegación tapando, de ser necesario, la marca de su equipamiento SPEEDO.
Espero que no haya sido un choque de fuerzas o una decisión por encima del COM, de otra forma estaríamos viendo el principio del regreso a los enfrentamientos COM–CONADE que tanto perjudicaron a nuestro tan llevado y traído deporte… Así de fácil.
