Esta noche en Boston, Javier “Chicharito” Hernández se juega la posibilidad de acompañar en el ataque al que hoy es indiscutible por méritos solo futboleros, Oribe Peralta, y no los mercadológicos que siempre le protegieron su titularidad. Solo que para ese puesto hay otros tiradores en igualdad de condiciones, como Raúl Jiménez y hasta Alan Pulido. No cabe duda: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.
Examen estraordinario
Como en la prepa, “Chicharito” debe salir a comerse el partido y el mundo a puños para anotar y convencer, deberá dejarse de pases fallados, de no meterse a los fogonazos, de sentirse titular por default para, con goles, pasar este examen extraordinario que le puede dar la posibilidad de acompañando al que pone la muestra siempre, el muchas veces ninguneado Oribe Peralta.
Hernández tenía la titularidad por default en los últimos dos años gracias a sus actuaciones con el Manchester United hasta el 2012.
Luego vivió de ese “porque tiene gol, solo que ahora no lo ponen”, que le valió ser el más mediático de todos. Pagaba con su Banamex, llamaba a donde quería con su celular de Telefónica y sus “sangüiches” se veían deliciosos.
Aunque los directivos lo niegan, ese “billetote” que se metía la Femexfut con los patrocinadores que se la jugaban en sus campañas con el “Chícharo” exigía (¡ups!), sugería tenerlo en todas las convocatorias, aunque en ese lapso entre partido y partido no jugara sino unos cuantos minutos.
Esta necedad directiva mercadológica no coincidía con el mal momento que pasaba Javier y que tristemente se ha prolongado ya casi por dos años a grado tal que en el Manchester United lo tienen borrado y a cada rato salen a tostonearlo.
Necedad también del cuerpo técnico de ese entonces, encabezado por José Manuel “Chepo” de la Torre, que de esa manera cerró las puertas a Oribe Peralta que no solo traía el gol, la personalidad y el futbol para banquear al “Chícharo”, sino que también tenía para habernos quitado muchos sinsabores; solo que las jerarquías mediático–mercadológicas y financieras blindaron al buen Javier Hernández para aparecer en todas las convocatorias, comerciales, y hasta para saltar como titular.
Esta actitud proteccionista y mercadológica le hizo daño no solo al propio jugador, sino a todo el Tri y al proceso eliminatorio. Hoy las cosas cambian, “Chicharito” debe jugarse esta noche en Chicago el privilegio de acompañar al mejor delantero mexicano de hace varias temporadas. “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.
Talavera, sin atole con el dedo
Espero también que esta noche el cuerpo técnico examine a fondo al excelente arquero Alfredo Talavera y no solo le den atole con el dedo suponiendo como muchos apuntan, que la pelea por la titularidad es cosa de Guillermo Ochoa y Jesús Corona, que con esto de la lesión en la base del cuello ya también muchos dan por sentenciada la disputa por el arco nacional con pase directo a “Memo”.
Talavera no solo tiene la clase, el estilo, las facultades y la estatura sino la actitud ganadora de los que saben cómo dominar su oficio. Seguro bajo los tres palos y excelente en las salidas, “Tala” es sobrio, austero y eficaz, solo que tiene un defecto mayúsculo en el tema de ser el portero nacional: no es mediático, ni de palabra o sonrisa fácil para enamorar las cámaras de tele.
Así las cosas pues, hoy “Chicharito” sale de inicio, ante la ausencia del verdadero titular Oribe Peralta, a presentar el examen que nunca le pidieron. Lo exentaban sin méritos futboleros, solo que este examen es un extraordinario para meterse al cuadro titular.
Junto con él aparece uno que siempre ha tenido que presentar exámenes hasta de más, Alfredo Talavera, al que no deben hacer menos.
En fin, lo dijo Pedro Navajas: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. Así de fácil.