Lo inimaginable
Hace seis años era inimaginable que los presidentes del PAN y el PRD salieran a dar una conferencia de prensa conjunta contra el PRI como la que dieron ayer Gustavo Madero y Jesús Zambrano.
Y hasta hace poco, era inimaginable que los dos presidentes le exigieran al IFE –eso sí, respetuosamente– que resolviera la compra de votos con tarjetas de Monex antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emita su fallo.
Y es que entonces, “ya pa qué”.
Si el IFE no resuelve, poco o nada se podrá negociar.
Redes de PoderHace seis años era inimaginable que los presidentes del PAN y el PRD salieran a dar una conferencia de prensa conjunta contra el PRI como la que dieron ayer Gustavo Madero y Jesús Zambrano.
Y hasta hace poco, era inimaginable que los dos presidentes le exigieran al IFE –eso sí, respetuosamente– que resolviera la compra de votos con tarjetas de Monex antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emita su fallo.
Y es que entonces, “ya pa qué”.
Si el IFE no resuelve, poco o nada se podrá negociar.
De tarjetas amarillas a rojas
Lo que no dejó de llamar la atención –algunos hasta quedaron perplejos– es que al defensor de Peña Nieto en materia de tarjetazos electorales, Jesús Murillo Karam, se le ocurrió hacer una confesión espontánea que podría provocar confusión.
Y es que el ex gobernador de Hidalgo admitió, de motu proprio que siempre sí. Que el PRI sí compró 66.32 millones de pesos en tarjetas, pero que su proveedor no fue Monex, sino otro banco.
Entonces, habrá que preguntarle al ex candidato priista de Guanajuato, Juan Ignacio Torres Landa, quién compró las famosas tarjetas de Monex.
¿Será que Gabino Fraga ya no pertenece al PRI?
Y por aquello de que pudieran salir más tarjetas por ahí, Murillo Karam aclaró:
“Las tarjetas o monederos electrónicos distribuidos por los partidos políticos durante las campañas han sido calificados por el Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación como propaganda válida.
“Esta conclusión ha quedado de manifiesto en diversas sentencias emitidas por el órgano electoral con motivo de solicitudes de anulación de elecciones para gobernador”.
O sea que lo malo no es malo. Y que es imposible hacer una elección sin repartir despensas o tarjetas.
La Secretaría de la Risa
Si hubiera una secretaría de Estado cuya misión fuera hacer reír a la gente –lo que no estaría tan mal–, sin duda el más calificado para encabezarla sería Bruno Ferrari, el actual secretario de Economía.
Y es que al doctor en derecho canónico se le ocurrió decir que la indagatoria del lavado de dinero a través de HSBC se había iniciado en México, y que gracias a eso, comenzaron a investigar en otros países.
Otra de ésas, doctor, y lo pueden suspender por matar a sus semejantes de la risa.
Meade sale a enmendar la plana
El secretario de Hacienda se vio obligado a salir a enmendar la plana después del vergonzoso road show que hizo Guillermo Babatz, presidente de la CNBV, para defender a HSBC.
A diferencia de Babatz, José Meade admitió que México estaba tan mal en 2008, que de la revisión que se hizo en materia de lavado de dinero, resultaron 168 observaciones.
Dijo que las cosas han mejorado mucho, y más desde que él está a la cabeza de la Secretaría de Hacienda.
Precisó que de las 168 observaciones, solamente quedan 10 por solventar, y eso porque no se ha aprobado la ley de lavado de dinero. ¿Será?
Gracias a Sicilia
Nadie sabe para quién trabaja. Y es que a Emilio Álvarez Icaza al fin se le hizo tener un puesto del tamaño que siempre quiso.
Gracias a Javier Sicilia y su movimiento, despachará como secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
¿Por qué le habrá dado tanto gusto el nombramiento al secretario de Gobernación Alejandro Poiré?