La reunión de anoche de la Mesa Nuevo León con el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, sirvió principalmente para ratificar el acuerdo político que se venía construyendo en la cúpula albiazul rumbo al 2015.
Una negociación que beneficia el proyecto de la alcaldesa Margarita Arellanes por conseguir la candidatura a la gubernatura de Nuevo León.
No hay en el PAN por lo pronto Plan B ni C. Arellanes será la candidata que postulará el PAN si solo sí continua como la panista más competitiva en las encuestas rumbo al 2015 y no sufre una caída.
Hay otro gran acuerdo que arrojó la reunión de anoche entre Madero y los integrantes de la Mesa Nuevo León: el CEN esta vez no designará candidatos.
O por lo menos a eso se comprometió Madero, quien pidió a los panistas de Nuevo León la celebración de convenciones para elegir a los candidatos azules.
Esto aplica tanto para la gubernatura de Nuevo León como las alcaldías y las diputaciones locales y federales.
Esta vez la Mesa Nuevo León no fue desairada. No faltó nadie. Ahí estuvieron Margarita, Chefo, Raúl, Larrazabal, Víctor Fuentes, Arturo Salinas, Víctor Pérez, José Serrano y Alfredo Rodríguez.
La repartición del pastel quedó así: Raúl Gracia se queda con el PAN y con el Municipio de Guadalupe. El Grupo San Nicolás, que encabeza Zeferino Salgado, se hará cargo del Congreso del Estado y obviamente continuará controlando San Nicolás.
Y Margarita Arellanes y la División del Norte van por la gubernatura de Nuevo León y la Alcaldía de Monterrey.
El tema Monterrey fue precisamente el que generó la mayor discusión en la reunión de anoche. Se acordó que la División del Norte, el grupo que encabeza José Serrano, llevará mano en la designación del candidato panista para la Alcaldía regia.
Pero su propuesta tendrá que ser avalada por el CEN, es decir, Gustavo Madero.
Se habló entonces de construir una terna con candidatos fuertes que garanticen la victoria en la capital de Nuevo León.
Alfredo Rodríguez, Arturo Salinas y Enrique Barrios se perfilaban ayer como parte de esta terna.
Hay algo que también quedó anoche confirmado en el PAN de Nuevo León: la Santísima Trinidad, el grupo que mandó en el PAN por muchos años, encabezado por Zeferino Salgado, Raúl Gracia y Fernando Larrazabal, está de vuelta.
Nati visita La Mexicana
El exgobernador Natividad González Parás está de regreso.
Está dedicado a reagrupar a los nativistas en torno al proyecto de Ildefonso Guajardo por la candidatura priista.
Incluso, la semana pasada Nati tuvo tiempo de darse un baño de pueblo y regresó a su taquería favorita: La Mexicana, en el Centro de Monterrey.
Las carnitas de La Mexicana se encuentran entre las debilidades del exmandatario.
Nati se reunió en esta taquería para festejar el cumpleaños de un gran amigo suyo, por cierto, perseguido hasta hace poco: Pedro Morales Somohano.
¿Se acuerdan de él?…
El exdirigente del PRI que salió del gabinete del gobernador Rodrigo Medina tras el escándalo de las placas robadas en el Instituto de Control Vehicular.
El que también disfrutó de las carnitas y de la compañía de Natividad González Parás, fue Édgar Romo, coordinador del grupo legislativo del PRI en el Congreso del Estado.
¿Le habrá avisado al gobernador, o ya se manda solo?
Y Cristina sigue en pie
La senadora Díaz es el segundo lugar con más iniciativas presentadas en el Senado de la República.
Es trabajo, así que por más que el gobernador nomás no le da juego, sólo a Federico Vargas. Y que por otro lado Natividad impulsa a Ildefonso Guajardo, pues la senadora tricolor todavía tiene argumentos para seguir en pie rumbo al 2015, presumiendo sus 46 iniciativas presentadas en su Informe de Actividades.
No cede la senadora.
La Ciudad Judicial
Nuevo León tendrá por fin una Ciudad Judicial. Es una gran noticia, al menos para el presidente del Poder Judicial del Estado, Gustavo Adolfo Guerrero.
El magistrado ha resucitado su viejo proyecto de infraestructura planeado bajo un esquema público privado (es decir, deuda disfrazada).
Este mes el Consejo de la Judicatura del Estado planea lanzar la licitación de esta obra, que esta vez don Gustavo ha estimado en mil 200 millones de pesos.
Pero en este proyecto hay un asunto que empieza a oler mal. No es la insistencia de Guerrero por esta obra, que sus antecesores se encargaron de archivar en sus escritorios, la que está provocando algunas sospechas en los pasillos del Tribunal de Justicia del Estado.
Es el costo del proyecto.
Hace cuatro años que el propio Guerrero anunció este proyecto en su informe de actividades, el magistrado informó que la inversión requerida era de 700 millones de pesos.
Hoy, cuatro años después que Guerrero retoma la obra, la Ciudad Judicial costará mil 200 millones de pesos, 500 millones de pesos más.
¿Cómo explicará, don Gustavo, este insólito 70 por ciento de incremento en un lapso de cuatro años, en una obra que ni siquiera ha comenzado?
