Los defensores de la ignorancia

No deja de llamar la atención que en dos de los tres estados más atrasados de la federación, como sin duda lo son Oaxaca y Guerrero, la inmensa mayoría de los maestros se erijan como feroces defensores de la ignorancia, con lo cual no solo cancelan las posibilidades de bienestar de la sociedad, sino que reducen a los pequeños a un inadmisible nivel de salvajismo al secuestrarles su futuro.

Francisco Martín Moreno Francisco Martín Moreno Publicado el
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No deja de llamar la atención que en dos de los tres estados más atrasados de la federación, como sin duda lo son Oaxaca y Guerrero, la inmensa mayoría de los maestros se erijan como feroces defensores de la ignorancia, con lo cual no solo cancelan las posibilidades de bienestar de la sociedad, sino que reducen a los pequeños a un inadmisible nivel de salvajismo al secuestrarles su futuro.

Según el INEGI la población analfabeta de 15 años o más en los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, se eleva a un alarmante y no menos desesperante 17.8, 16.7 y 16.3 respectivamente, los peores del país, y sin embargo, los supuestos maestros, otro tipo de salvajes, según Rousseau, sin educación, insisten en erigirse como defensores de la ignorancia para sepultar en la resignación y en el atraso a las siguientes generaciones.  ¿Cuando van a salir de la pobreza, de la marginación, escapar de la baja competitividad, de la desigualdad si los niños no pueden asistir a la escuela? Estarán acaso esperando el arribo de un nuevo Chávez que con su populismo acabe de destruir al Estado hasta incendiarlo, tal y como es anticipable en Venezuela? 

La participación de Oaxaca y Guerrero en el producto interno bruto del país revelan un 1.6 por ciento y un 1.4 porciento, porcentajes de terror, claros indicadores de la miseria en la que viven sus habitantes, situación que explica cómo los salvajes arrojan piedras, jitomates y huevos contra el congreso estatal y destruyen una biblioteca, una fuente de luz, solo porque se pretende elevar el nivel académico y alcanzar un nivel de dignidad que se merece cualquier ser humano por el simple hecho de serlo.

Solo que como nunca he creído en las culpas absolutas, me pregunto ¿dónde termina la culpa de estos maestros acarreados con arreglo a intereses inconfesables y dónde comienza la culpa de la sociedad y del gobierno que lo consienten? Si 42 mil maestros de la sección 22 del SNTE mantiene sin clases a casi un millón y medio de estudiantes en Oaxaca y bloquean centros comerciales porque se oponen a la prosperidad de la nación, ¿qué papel le corresponde a la autoridad y a la sociedad civil? ¿Por qué para medir fuerzas públicamente no se organiza una marcha con millones de alumnos a los que deben sumarse los millones de padres de familia, todos hartos de los defensores de la ignorancia?

Mucho se habla de que los maestros faltistas no cobrarán y de que si no se presentan después de cierto tiempo a cumplir con sus obligaciones magisteriales, simplemente serán cesados de acuerdo a la ley. Ya está bien de amenazas: lo importante entonces es que en la realidad ni cobren y sean efectivamente cesados y de empezar marchas públicas de protesta ante la aplicación de la ley y continuar con el destrozo de bienes propiedades particulares o de la nación, lo que sigue es la reclusión en prisión a quienes hayan cometido dichos atentados. México no puede permanecer secuestrado por una pandilla de defensores de la ignorancia que acarrean al país hacia la debacle y lo precipitan en la ruina.

Parece una paradoja necrológica que las entidades más atrasadas sean las que más se nieguen a evolucionar… ¿Viva la muerte…?

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