Los hermanitos ‘Rigual’
Los López Chargoy, de Puebla y Chiapas, tienen a sus dos equipos viviendo al filo de la angustia administrativa. Sus respestas son “riguales”, sus inversiones en el “fut” son “riguales”, su esperanza en que llegue el gobierno estatal al rescate es “rigual”aunque los gobernadores no van a hacerlo. Sus votos en la Femexfut son “riguales”, sus alcances de “personaje favorito de la región” buscando reflectores son “rigualitos”, sus técnicos son también “rigualitos” para jugarle al técnico –héroe-, y su lucha por no descender es “rigualita”. Total, son “rigualitos”.
Alfredo Domínguez MuroSi los dos equipos de la familia López Chargoy andan en tanta mediocridad, ¿por qué no hacen de los dos un equipo fuerte y venden el otro?
Los López Chargoy, de Puebla y Chiapas, tienen a sus dos equipos viviendo al filo de la angustia administrativa. Sus respestas son “riguales”, sus inversiones en el “fut” son “riguales”, su esperanza en que llegue el gobierno estatal al rescate es “rigual”aunque los gobernadores no van a hacerlo. Sus votos en la Femexfut son “riguales”, sus alcances de “personaje favorito de la región” buscando reflectores son “rigualitos”, sus técnicos son también “rigualitos” para jugarle al técnico –héroe-, y su lucha por no descender es “rigualita”. Total, son “rigualitos”.
Cerquita del infierno
La lucha por no descender al infierno se pone cada vez más dramática y apasionante, cuando a seis semanas de la definición, los involucrados ya han intentado de todo, hasta apelar a los héroes recurrentes en busca de la tan anhelada salvación.
Por ahí Manolo Lapuente se mete a un ring que no le corresponde (por ahora), señalando que los equipos que no tienen dinero para pagar deberían desaparecer, como si fuera gárgola de la Corte de los Milagros de Notre Dame.
El Atlante recurre al gran discursero, pero eficaz Pablo Marini que ha hecho la tarea como aprendiz del “Tolo” Gallego en los títulos con Newells y Toluca para luego salvar del descenso a Jaguares.
Paso discreto en Pachuca, viaje al Audax chileno, todo esto, su forma de trabajar y le han dado dividendos sacando de fase terminal al Atlante para subirlo unos escalones a darse de mordidas con Atlas, Veracruz, Puebla y Jaguares, que sentían en los Potros su tabla salvadora.
Los hermanitos ‘Rigual’
La quema se siente cerquita en el legendario y muy “bocabajeado” Puebla de La Franja, al que llegó hace poquito con etiqueta en italiano de “Salvatore de la Franja” Ruben Omar Romano. Las cosas nada más no le cuadran, es más, de tanto jalarse los pelos hasta le crece más el copete.
Así aparece en las conferencias de prensa siempre con la mirada retadora y actitud a la defensiva echándole la culpa al que se deje por el bajón poblano, ahora lanza petardos al arbitraje y patadas a su directiva encabezada por Jesús, uno de los hermanos López Chargoy, para que se ponga las pilas con los pagos y con la política futbolera porque la neta, la neta, él solito no puede.
Mientras que en el feudo de su hermano Carlos allá en Chiapas las cosas van por rumbo parecido. Los Jaguares que van perdiendo gas y alegría aun y a pesar del esfuerzo del bombero eterno, Sergio Bueno a quién no le asusta el padecer estos calvarios que ha vivido en la mayoría de los equipos en que ha dirigido, buen chambeador, nunca se raja. El buen Sergio, acostumbrado a ponerle siempre el pecho a las balas, es sin duda un “héroe natural” de nuestro futbol.
Por ahí alguien bañado de sensatez lanzó la pregunta que en Puebla ni en Chiapas se atreven a decir , si los dos equipos de la familia de los “hermanitos Rigual”, los López Chargoy andan metidos en tanta mediocridad y broncas ¿por qué no hacen de los dos un equipo fuerte y venden el otro? Así hasta de la multipropiedad se deslindan aunque, algunos de esos metiches amargosos dicen que es porque a los dos les gusta lucirse y sentirse importantes en sus respectivas plazas.
No hay fijón.
El ‘Chelis’ se la vuela
En esto del concurso por alcanzar el plan heróico en nuestro folcklórico “fut”, José Luis Sánchez Solá alcanza niveles desproporcionados cuando ayer en entrevista del diario Reforma, vistiendo una hermosa playera de los Tiburones, pisando la arena veracruzana y mirando al horizonte del hoy tranquilo mar del Golfo de México, reflexiona acerca de muchas cosas.
Lo imperdible es cuando dice que si los Tiburones descienden esta temporada, habrá terminado también su carrera de entrenador y nunca mas volverá a dirigir.
No estaría mal que platicara con el “ajonjolí” de todos los programas de tele que requieren patiños, Jorge “Travieso” Arce, que casi cada tres meses se retira, llanto y voz quebrada de por medio, solo para regresar dos meses después. Así de fácil.
