Los muertos de Calderón
Está bien que el gobierno esté buscando desesperadamente a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, pero después de destapar más de 38 fosas, han aparecido muchísimos restos humanos que no son de este sexenio, sino del sexenio de Felipe Calderón.
¿Qué acaso no se requiere una investigación a fondo para saber quiénes son los responsables de todos esos homicidios?
No hay que olvidarse que en los seis años de Felipe Calderón hubo más de 80 mil muertos y más de 20 mil desaparecidos.
Redes de PoderEstá bien que el gobierno esté buscando desesperadamente a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, pero después de destapar más de 38 fosas, han aparecido muchísimos restos humanos que no son de este sexenio, sino del sexenio de Felipe Calderón.
¿Qué acaso no se requiere una investigación a fondo para saber quiénes son los responsables de todos esos homicidios?
No hay que olvidarse que en los seis años de Felipe Calderón hubo más de 80 mil muertos y más de 20 mil desaparecidos.
Además pareciera que ya todo mundo se olvidó de la masacre de Villas de Salvárcar en Ciudad Juárez, y de los muertos que fueron sepultados en las fosas de San Fernando, Tamaulipas.
Es cierto que la desaparición de los 43 normalistas es importante, pero no más importante de las decenas de miles de muertes y desaparecidos en el sexenio de Felipe Calderón.
Seguimos sin conocer el móvil
Por más que le echen la culpa, por cierto sin juicio, al exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y a su esposa, todavía es hora de que nadie tiene claro cuál podría haber sido el móvil de quienes ordenaron la desaparición de esos jóvenes.
Asumir a priori que el exalcalde ordenó la desaparición de los normalistas porque iban a echar a perder el informe de su mujer, no tiene sentido, y menos si como se dice, el exalcalde tenía vínculos con la delincuencia organizada.
Por los resultados, en todo caso, parece más lógico que todo esto hubiera sido orquestado por quienes podrían tener interés en desprestigiar al gobierno de Enrique Peña Nieto.
¿Quiénes podrían ser esos interesados en arruinar el prestigio de Peña Nieto, no solo en México, sino en el mundo?
¿Por qué no se preocuparon antes?
Nadie le puede reprochar al presidente Obama su preocupación por lo que está pasando en México con la desaparición de los 43 jóvenes normalistas.
Sin embargo, hubiera sido deseable que esa misma preocupación la hubiera tenido durante todo el sexenio de Felipe Calderón, en el que todos los días los medios reportaban decenas de ejecuciones y desapariciones.
Muchas de estas, por cierto, con armas provenientes de Norteamérica, introducidas ilegalmente a México, nada más y nada menos, que por el gobierno de Estados Unidos.
Además habría que recordar que mientras en México había decenas de miles de muertos, la directora de la DEA, Michelle Leonhart decía que Genaro García Luna era el mejor policía del mundo.