“Un problema deja de serlo si no tiene solución…”
Eduardo Mendoza
El Mundial está por acabar y la realidad ya nos alcanzó a nivel nacional y en lo local.
Por un lado, hasta los empresarios empezaron a quejarse en Nuevo León de la perspectiva económica que tenemos en puerta.
Ésta es peor de lo esperado, de lo proyectado y de lo que en algún momento se pensó que sería.
Además la reforma fiscal no ayudó a empujar un crecimiento económico, sino todo lo contrario, y la inflación es galopante, golpeando el bolsillo de las familias a pasos acelerados.
Desde antes del Mundial, la reforma laboral tampoco apoyó a crear mejores condiciones de crecimiento y de vida para la mayoría de la sociedad, como en su momento nos lo intentaron “vender” los políticos del momento.
Mucha publicidad, poca realidad.
Hoy, tenemos frente a nosotros varias reformas más: la electoral, que a nivel federal, aunque digan que no, por el momento es inequitativa e inconstitucional y contra el ciudadano, mayoritariamente. Ya veremos que dicen los magistrados con respecto al tema ante las demandas interpuestas por los partidos Movimiento Ciudadano y PT.
Por otro lado, está la reforma de telecomunicaciones, que dio su primer paso en comisiones y se reconoce que es un tema para especialistas, pero entre quienes lo son, terminan diciendo que está hecha para beneficiar a los peces grandes de este sector y seguir atorándonos en la trampa del país.
Fortalecer a los ya existentes. No tener mejores situaciones, como sucedió en el momento de la privatización de Telmex. Es decir, una reforma a modo de intereses preestablecidos y no con un beneficio final para el usuario o el consumidor final.
Una vez más, algunos senadores de todos los partidos políticos muestran cómo están sometidos a los poderes fácticos, y sobre todo, a los intereses “contratados” por apoyos a las campañas políticas o a los puestos que previamente tuvieron en la administración pública.
Pero lo que más muestran y se pone hoy en entredicho, es que buscan el voto del ciudadano, a quien al final de cuentas terminan ignorando en absoluto.
Sólo un porcentaje pequeño, muy chico, de legisladores, está interesado en buscar y vincularse con su votante.
Mientras, hay un gran recurso económico al que tiene acceso el legislador y del cual no rinde cuentas, por ello será más difícil obligarlo a vincularse si el Estado de cosas no cambia.
Es urgente que se les elimine el dinero que no es parte de su tarea primordial dentro de la ley, y otra, los grupos parlamentarios deben disminuir los montos de recursos que se les dan y rendir cuentas.
NO pueden exigir lo que no están dispuestos a proveer.
Podríamos continuar, pero la realidad es que en nuestras manos está comenzar a poner el alto.
El proceso electoral está a la vuelta de la esquina, es decir en la cuenta regresiva para el 2015.
En ti y cada uno de nosotros está no votar y dar a conocer el comportamiento de cada uno de los legisladores que no hacen lo que les toca hacer.
Apoyar para que éstos no avancen en la “pensión” vitalicia que tienen hoy en día y la cual tú y yo pagamos.
Recordemos que el papel de patrón y jefe de los funcionarios públicos no se delega, pues cuando el gato se va, los ratones salen a bailar.