Los piratas del caribe
Aquí no hay margen de error, nos la jugamos con nuestras propias fuerzas, aquí no aparecerán ni JACK SPARROW ni la hermosa ELIZABETH SWANN para echarnos una mano.
Alfredo Domínguez MuroAquí no hay margen de error, nos la jugamos con nuestras propias fuerzas, aquí no aparecerán ni JACK SPARROW ni la hermosa ELIZABETH SWANN para echarnos una mano.
Tampoco se aparecerá para hostigarnos el terrible HÉCTOR BARBOSA reforzando a los jamaicanos y panameños. Aquellos PIRATAS DEL CARIBE serán solo mirones de palo en esta doble batalla de nuestra SELECCIÓN, aunque no estaría mal que la hermosa Elizabeth nos lanzara un beso alentador, por recuperar sitio y control de nuestro propio destino para así regresar con seguridad y llegar al martes 11 a nuestro terreno del Azteca que recuperó vida y buena vibra con el triunfo del América de hace una semana.
El caribe está bravo
A partir de mañana, el Tri de mi corazón inicia una peligrosa gira por el siempre tempestuoso e impredecible Mar Caribe en la que nos jugamos una buena parte de la seguridad y tranquilidad que nos permita planear con más serenidad y sin la angustia de las matemáticas, nuestro futuro inmediato que pasa no solo por la inminente Copa Confederaciones a la que acudimos en plan de Campeones de Concacaf, sino, lo mas importante, por nuestro tan anhelado pase al Mundial Brasil 2014, sí, ese mismo que hace un par de meses sentíamos en la bolsa o como un trámite complicado pero superable, casi sin broncas, tomando en cuenta el buen actuar de los del “Chepo” en los últimos dos años.
Para estas alturas de la eliminatoria nuestro presupuesto en puntos pasaba por el muy optimista de 9 en la buchaca y el pesimista en 5 ó 6, tomando en cuenta que tuvimos el privilegio de tener dos en casa. Jamaica siempre impredecible que nos arranca un empate a cero que nos deja frustrados y a ellos sorprendidos, es más, gracias a los buenos oficios de nuestro arquero nacional José de Jesús Corona, la frustración no se convirtió en dolor. Luego viajamos a San Pedro Sula en donde dominamos a los hondureños, a quienes controlamos 2-0, hasta que se aparecieron los fantasmas y en cinco minutos empataron y festejaron como en carnaval.
Luego llegaron los gringos con un cuadro que apenas se había conformado desde sus vacaciones y nos empatan a cero en el mismísimo Coloso del Azteca, resultados que agotan el margen de error.
Con mota de todos olores
Se consideraba lógico que los tropiezos parciales se dieran en esta gira por el Caribe con dos salidas a territorios más que hostiles, Jamaica se convierte de paraíso playero a sucursal del infierno con todo y MOTA de todos calibres y calidades, que inunda con su olor la tribuna del Estadio desde horas antes del partido, convirtiendo al público jamaicano de alegre y bailador en agresivo y hasta salvaje.
Cierto que el público no juega, pero influye no solo en el ánimo de los de casa sino presionando al arbitraje, tal y como nos ocurrió en el penalti que regala al arbitraje “Concacafqueño” con que nos empatan en Honduras. A todo esto habrá que imponerse con inteligencia, concentración, dinámica, sacrificio y muchos pero mucho GÚEVOS, esto último lo pongo en primer lugar, el que no esté dispuesto a partirse el alma mejor que ni levante la mano para jugar estos dos partidos en donde nos jugamos mucho del futuro inmediato de nuestro TRI, y ya de refilón mantener ese cuchillo entre los dientes para recibir a Costa Rica en el Azteca, que debe pesar en serio, sabedores que para ellos un triunfo les justifica eliminatoria y contratos, es esta pues una semana tremendamente retadora y difícil, tres juegos en el más crítico momento de la “ERA CHEPO” al frente del TRI.
Así las cosas pues, no es pecar de optimista el suponer una buena y definitiva cosecha en estos tres juegos en una semana, ganar como sea pero ganar, tema que complica más aún el cuesta arriba.
Mis argumentos sólidos pasan precisamente por lo que hemos visto hacer a este grupo no solo desde su triunfo ante estos mismos rivales en la Copa Oro que nos dio el título de Concacaf hace dos años, sino por lo exhibido principalmente en la Medalla de Oro en Londres 2012. Si dejamos de lado las imprecisiones, las dudas, las recurrentes fallotas frente al arco producto de esta misma presión que ya se acumula, la próxima semana estaremos cantando en otro tono, así de fácil.