De verdad ya me da risa cada vez que hay un partido donde está involucrado el América y por alguna circunstancia hay una jugadas de las llamadas polémicas. Las jugadas polémicas no existen, hay que tomar una definición en donde uno diga esto es así o asa, vamos con melón o con sandía, o es negro o es blanco, pero cuando alguien dice que es una “jugada brava”, una “jugada polémica”, entonces caemos en estas indecisiones o en que a final de cuentas se lavan la cara.
Polémica brava, difícil, déjame ver la repetición
Son las jugadas en donde mis compañeros que están narrando, conste que entre gitanos no nos leemos las manos, utilizan esas palabras como muletilla para esperar que llegue la repetición y entonces definir su criterio, lo cual es una grave ventaja si tomamos en cuenta que van a utilizar esas repeticiones y ese criterio para pegarle con todo al arbitraje.
Puede pasar en un partido de mi Atlante, del Puebla, de Pumas, de Cruz Azul, incluso en uno de Chivas, pero si esto ocurre en un partido en donde tenga que ver el América entonces la circunstancia se amplifica
Aparece la lupa
No solamente de mi buen amigo Arturo Brizio, que cómo lo extrañamos en un lugar donde puede influir más en el arbitraje mexicano. Creo que sería el ideal para dirigir la Comisión de Arbitraje que en este momento está tan falta de personalidad.
Imagine una Comisión con Arturo Brizio, Armando Archundia, Bonifacio Núñez por mencionar a algunos de los que tendrían que estar ahí, pero hoy no es el tema.
Aparece el juicio a los árbitros mucho más severo cuando tiene que ver el América en alguna de estas jugadas, ya sea por Televisa, TV Azteca, Fox Sports, ESPN o el que me pongan.
El enemigo está en casa
Atacar al América no es que se convierta en un deporte nacional. Tuve la fortuna y el privilegio de ser director de Deportes en Televisa, y cuando se abrió esa libertad tan necesaria y definitiva (a mí jamás me marcaron una línea y tampoco escuché que algunos compañeros se las dieran), alguien me hablaba del pasado y me decía que había que proteger al América.
Cuando se definió esto con Ricardo Pérez Teuffer, de “aquí no protegemos a nadie”, muchos compañeros decidieron golpear al América como una demostración hacia afuera de que ahí había objetividad. Y aquí salió perdiendo el América.
Recuerdo bien a Alberto García Aspe, hoy con un micrófono en la mano, cuando se quejó estando en el América y decía: “es que los de casa son peores, los que nos pegan más fuerte” con esta forma chocante que se desmarcaban de la empresa y del propio equipo. Esos tiempos van y vienen como si fueran modas, golpear o no al América, pero…
¿Quiénes viven del América?
Obviamente viven los jugadores, cuerpo técnico, los utileros, la gente del estadio Azteca, en fin, los que trabajan y están involucrados con el club de futbol y la parte institucional.
Pero los que viven mejor son los que lo atacan, los que toman cualquier postura o circunstancia del América y entonces le tiran con todo y tienen nombre y apellido. Los líderes son José Ramón Fernández y el que siempre le sigue detrás, David Faitelson. Hay que ver simplemente sus Twitters.
También tuve la fortuna y el privilegio de formar parte de aquel equipo de DeporTV de los 80´s y el estilo de José Ramón muy vivo y oportunista que tomó el anti-americanismo como su bandera y así creció mucho, y por supuesto que se vale, fue una gran táctica de José Ramón o el “Chaparro” como le decimos algunos “de cariño”, pero hoy esto se vuelve chocante.
Si vemos que esto se puntualiza una y otra vez, incluso sin motivos o elementos en la mano, vale la pena recordarles algunas cosas puntuales.
El penalti sobre Raúl Jiménez
Reto a cualquiera que me diga que de entrada así como si fuera el árbitro si vio que no era penalti, ante el León, que estaba un poquitito afuera del área, pero eso tendría que hacerse con las mismas limitaciones, ventajas y desventajas que tiene el árbitro que viene corriendo, que lo está viendo a ras de piso y que ve que un jugador es arrastrado o levantado en golpe de pie con pie pegadito al área y esta la mitad del zapato adentro de la línea.
Por supuesto que las 24 repeticiones y las 32 cámaras, y las cámaras súper lentas, dramatizan la jugada. Otro punto muy importante es entonces cuando mis compañeros comentaristas utilizan la palabra polémica, es una jugada brava, déjenme ver la repetición, no estoy seguro, habría que analizarlo, todo esto es para esperar que el director de cámaras les mande la repetición y ya detrás de esta todos somos mejor que los árbitros, pero esto va más allá.
Los que están acostumbrados a vivir del América empiezan a atacar al árbitro y a tirarle con todo, ahora comenzando con las redes sociales y siguiendo en sus propias tribunas, yo les diría a…
Los que viven del América
Si también levantaron la voz cuando en la final contra el León los árbitros en los dos partidos no marcaron un penalti a favor del América sobre Luis Gabriel Rey o el otro que le hicieron a Rubens Sambueza, o la persecución arbitral que señalaba Miguel Herrera que existe sobre el propio Sambueza, ¿en dónde estaban José Ramón o David Faitelson para levantar la voz y decir que al América se le cometió una injusticia?
Y estamos apenas en la jornada tres, esto le pasó al América hace cuatro o cinco jornadas, como le pasa a muchos otros. A final de cuentas los que viven del América qué bueno que han tomado esa línea y que con su pan se lo coman, pero no se trata de desinformar.
Arbitraje limitado…
Sin duda, pero para todos lados, el arbitraje mexicano padece una falta de personalidad, está perdiendo credibilidad, está siendo golpeado.
Porque parece que la Comisión de Arbitraje que preside Rafael Mancilla está esperando a hacer árbitros todos iguales como si fueran clones.
Véanlos, ¡hasta se peinan igual casi todos!
¿Dónde está la personalidad del árbitro, el criterio arbitral?, ¿dónde está aquel gusto y satisfacción de aquel que siente que tiene la autoridad pero no trata de ejercer o imponer?.
Como el caso “Chiquimarco”, que si se equivoca en un área, cuando en la otra área hay una jugada igualita se vuelve a equivocar porque solo sus chicharrones truenan y todos aquellos árbitros faltos de personalidad, chiquitos, que esos son los que está construyendo.
Si me permitieran la expresión, la Comisión y hace que extrañemos y mucho a los árbitros del nivel de los Brizio, los Archundia, los Bonifacio Núñez, los Alcalá y tantos otros que dieron prestigio y dignidad a nuestro arbitraje.
Porque hoy la verdad es que padecemos un arbitraje muy limitado.
Así las cosas pues, yo no le diría “que nada es verdad, nada es mentira, que todo es del color del cristal con que se mira”.
En el momento que al América, por alguna circunstancia en esas jugadas llamadas polémicas o bravas sale beneficiado, pues estos vividores del América sacan sus lentes de siempre y solamente observan la paja en el ojo americanista.
La realidad simplemente con estos ejemplos que le doy que sirva para que sigan hablando.
Así fácil.