Matosas: que aprenda dominó

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Una de las leyes no escritas para los que juegan al dominó dice: “ficha tirada, es ficha amolada”.

Mi papá era un fanaticazo que por más de 40 años se reunía con sus amigos semana tras semana sin faltar ninguna, tan importante como aquella que también dice: “los mirones son de palo”, todo esto para el buen fluir de la partida.

En el fut también

El técnico americanista se fue de bruces (si dijera que de hocico se escucharía mal) en el fragor de las dos humillantes derrotas, ante Herediano en Costa Rica y el Tiburón en Veracruz, siete goles recibidos en menos de una semana sin anotar ninguno, defensa estilo queso gruyere con hoyos por todos lados, conformismo, comienza a sentirse tensión, por ahí el “Sambu” arrastra las piernas y regala un penalti al portero rival, a todo esto, ya con micrófono enfrente, Matosas habla sin pensar, producto del calor de esa derrota espantosa en Veracruz y de la discusión con Ricardo Peláez con los peores testigos, mis compañeros reporteros, que como consigna tenemos no guardarnos nada, al decir que: 

“Con mucho pesar por lo sucedido, tengo que pedirle una disculpa a la afición del América, hablaremos con Ricardo Peláez para charlar de este tema y ver qué es lo mejor para este equipo”.  

Una bocanada de aire después se sigue derrapando: “Tenemos que charlar, sobre todo porque es un equipo que venía de ser campeón, llegó a dos Finales cuando dirigía a León y entonces creo que no encontramos el juego en conjunto que uno pretende, que nos gusta, el problema no es la estructura del América, vamos a charlar y seguramente va a ser la mejor decisión para el equipo”.

Mi estimado Matosas, las palabras de un técnico de fut y más del América, equivalen a las fichas del dominó, lo que dices no regresa, ficha tirada es ficha amolada.

Aquí no pasa nada

Ya con la cabeza fría, Peláez ratifica al técnico con seguridad en lo que dice, sin segundas interpretaciones, Ricardo es así, directo, solo que hay una ley no escrita que dice que el técnico que es ratificado, debe comenzar a hacer sus maletas y saldar las cuentas de los que le han fiado.

A este respaldo surge la escena clásica, la de “ahí van los dos muy sonrientes, hasta parecen cuates, no se ve que estén distanciados”.

Acto seguido, aparece Gustavo Matosas señalando con sonrisa número 28: “Fue una charla muy buena y lo que espero es que vengan cosas buenas, me hace bien la confianza de la directiva”.

Añade después: “Lo principal es el diálogo, cuando vuelvan los jugadores de la Selección necesitamos dialogar y seguir trabajando como hemos venido haciendo, busco intensidad”.

Ya en el tema de cancha es directo: “Determinación es lo que hace falta”.

Mensaje equivocado

Gustavo Matosas sabe más que nadie que “su” América vive una crisis que ya no pude ocultarse, o peor, si apenas se ha dado cuenta cuando por cada derrota hay una explicación, entonces sí, como dijeron los astronautas “Houston, we have problems”.

Las dos derrotas con título de humillantes que les recetaron en menos de una semana, no tienen más explicación que una crisis que va más allá de los resultados.

Ricardo Peláez está muy cerca de la jugada y no permitirá que el barco pierda rumbo.

¿Para qué vas, Gustavo?

Si Ricardo le pedía no asistir a la conferencia de prensa en Veracruz después del ridículo y la exhibida que les pusieron,  seguramente intuía que el mensaje a los medios no era el importante, lo grave era un mal mensaje al interior del grupo, y así ocurrió.

Los jugadores de América vieron, escucharon y hasta se asombraron de ver la inseguridad, el titubeo expresado por quien es su líder, el que les pide que tienen que estar convencidos  de su propuesta.

Esto es América

La jerarquía del América y su enorme convocatoria mediática hace, lo sabe Ricardo, hoy lo debe entender Matosas, que cuando en Coapa se estornuda, a la Liga MX le da pulmonía.  

A partir de hoy, el buen Gustavo Matosas debe entenderlo o, una sugerencia para Ricardo Peláez, llévenlo a una cantina de las de Avenida Cuauhtémoc para que aprenda y le tome el gusto al dominó, ahí sí que se aprende jugando… Así de fácil.