Me faltó apostar
A lo largo de la semana comenté en este y otros espacios de nuestro Grupo Capital Media que sentía, me latía, que Cruz Azul le ganaría a Pumas en este tan especial clásico bipolar.
Los de la UNAM llegaban como superlíderes en todos los rubros y La Máquina hasta el fondo de las vergüenzas.
Comentaba que no había razones ni argumentos que respaldaran mi pronóstico (no me gusta hacerlos, no soy adivino) pero era una corazonada que entregaría una oportunidad DE ORO al muy mediocre Cruz Azul 2015, con todo y su técnico al borde del colapso, Sergio Bueno.
Alfredo Domínguez Muro
A lo largo de la semana comenté en este y otros espacios de nuestro Grupo Capital Media que sentía, me latía, que Cruz Azul le ganaría a Pumas en este tan especial clásico bipolar.
Los de la UNAM llegaban como superlíderes en todos los rubros y La Máquina hasta el fondo de las vergüenzas.
Comentaba que no había razones ni argumentos que respaldaran mi pronóstico (no me gusta hacerlos, no soy adivino) pero era una corazonada que entregaría una oportunidad DE ORO al muy mediocre Cruz Azul 2015, con todo y su técnico al borde del colapso, Sergio Bueno.
Dos a uno gana La Máquina y de mi corazonada, el clásico: “CHIN.. ¿cómo no aposté?”.
José Alfredo Peñaloza…
Pasa con mención honorífica el curso de la valentía y la congruencia, al marcar un par de penaltis sin cuestionamiento que cobra de manera magistral (¿quién más?) ,“Chaco” Jiménez.
El 2-1 no es de ninguna forma polémico, así llaman algunos cuando las dos anotaciones de La Máquina se dan por la vía del penalti, si es penalti hay que marcarlo una y otra vez, eso de la cuota compensatoria dejémoslo de una vez para la Secretaría de Economía.
Ni los extrañaron
Muchos lloraban y otros chillaban cuando la semana pasada en el triunfo de Tigres sobre América en el mismísimo Azteca, dos puntales de las llamadas Águilas: Rubens Sambueza y “Pipa” Benedetto, se hace expulsar de forma grosera, con lo que “Nacho” Ambriz debió viajar a Morelia con estas ausencias.
Ojalá y les haya dejado tarea extra como en los castigos de la escuela para que se aprendan el librito de reglas de Coapa.
Como en sus muy brillantes tiempos de jugador y capitán y luego como auxiliar del “Vasco” Aguirre, Ambriz sabe que tiene que enfrentar con lo que hay y no con lo que quisiera que hubiera, así mete sus reemplazos que para sorpresa de todos menos, del técnico americanista, sus reemplazos funcionan y hasta brillan. Al “Riflecito” (así le dicen) Andrade, le dan chance como medio ofensivo, mientras que a Michael Arroyo y Darwin (“Mil excusas”) Quintero por los costados para que brille, sí, por fin, ya era hora, “nuestro” Oribe Peralta con dos de los tres goles que en cosa de cinco minutos América anota, mientras la zaga michoacana solo le faltaba voltear al cielo para ver si eran cohetones de los del 15 de septiembre.
El “Riflecito” fue clave, Darwin finalmente da un juego bueno y todos ponen presión a los llamados “indispensables”, que desde la tele veían que en realidad no lo son, al final “Nacho” en su estilo modesto le da honor al que lo merece.
“Todos están aprovechando su oportunidad. Se decía que las bajas nos iban a afectar pero siempre intentamos que la gente del banquillo esta lista para suplirlos… la contundencia fue la diferencia, fue muy parejo, nos dominaron por lapsos del partido pero tuvimos estas ocasiones de gol y las aprovechamos”, dijo Ambriz
Para consuelo de los dos auto castigados, la realidad no se tapa con un dedo, América tarda en romper el equilibrio a ese 0-0 pero, con la pólvora seca, mataron de tres certeros tiros.
El clásico más clásico
Honor a quien honor merece. El “Clásico Regio” es el más clásico de los llamados clásicos, algunos con argumentos y varios otros advenedizos.
La inercia ganadora que traen los Tiggueerees de “Tuca” se deja sentir en “su” Estadio de la UNI, conocido también como el Volcán.
Se hace sentir incluso desde el gol rayado, que digo gol, golazazo de Rogelio Funes Mori, largo nombre, mejor volea, a pase larguísimo del joven César Montes.
Ahí Tigres reacciona, busca pero no encuentra, hasta que el exPuma Efraín Juárez pierde la brújula, se hace expulsar con una “planchota” sobre Torres Nilo, queriendo cobrarse el penal que dice que el árbitro Roberto García no marca a su favor en una reclamadísima acción por parte de Rayados, falta que (que no existe porque el referee no la marca) casi al final del primer tiempo.
Vienen los ajustes del “Turco” y “Tuca” que se tira a matar apostando por sus relevos de confianza: Joffre Guerrón y Damián Álvarez, y ahí se le viene la noche a Rayados, que se quedan tendidos con dos clases de lluvia, la que duele, la de los tres goles Tigres y el chubasco que los moja a todos.
Ojalá y “Tuca” guarde unos frasquitos de su inercia ganadora ahora que en tres semanas se pone la de nuestro Tri para enfrentar en el juego de juegos a los gringos.
Así de fácil.