Después del 4 de octubre que termina su encargo como gobernador de Nuevo León, el futuro del gobernador Rodrigo Medina podría estar en el gabinete federal.
En Los Pinos se maneja el nombre de Medina para integrarse al equipo del presidente Enrique Peña Nieto una vez que termine su gestión.
La inclusión de Medina en el gabinete federal se daba casi como un hecho antes de la elección del pasado 7 de junio.
Pero el sorpresivo triunfo de Jaime Rodríguez, candidato independiente a la gubernatura, se interpretó como una derrota del mandatario que reducía sus posibilidades de continuar su carrera política en la Ciudad de México.
En varias ocasiones Peña Nieto ha puesto como ejemplo nacional lo hecho por Medina en Nuevo León en el área de seguridad y depuración policiaca con la corporación de Fuerza Civil.
No sería raro entonces que el gobernador llegara al área federal que por ejemplo se encargará de implementar a nivel nacional el proyecto del Mando Único.
La traición como doctrina
Las traiciones forman parte ya de la doctrina del Partido Acción Nacional.
Ayer en el primer día de sesiones de la nueva Legislatura, los legisladores Karina Barrón y Marco Antonio Martínez renunciaron al PAN y se declararon diputados independientes.
¿Pactaron con Jaime Rodríguez, el gobernador electo de Nuevo León?
Es muy posible.
Desde la campaña circuló la versión de que Miguel Ángel García, operador del exalcalde Fernando Larrazabal, operó electoralmente para “El Bronco”.
Miguel Ángel está detrás tanto de Karina como de Marco Antonio Martínez, quienes ayer se deslindaron de la bancada de Acción Nacional.
¿Lo estará Larrazabal también?
Es la pregunta que ayer se hacían en el PAN de Nuevo León y en el CEN en la Ciudad de México.
Arturo Salinas y Chefo exhibidos
La pérdida del control del Congreso del Estado por parte del PAN exhibe la falta de oficio político de dos líderes panistas: el coordinador Arturo Salinas y Zeferino Salgado.
Ellos fueron los responsables de la negociación con Karina Barrón y Marco Antonio Martínez para evitar que renunciaran al PAN.
Los expanistas querían más juego y una posición en la COCRI, pero no llegaron a un acuerdo y renunciaron al Partido.
Las renuncias provocan que el PAN pierda el control de la administración del Congreso estatal, el reparto de puestos y hacerse de las principales comisiones.
La bancada panista seguirá presidiendo la poderosa Comisión de Coordinación y Régimen Interno (COCRI), sin embargo ya no tendrá el control del Congreso como pretendían hasta antes de las renuncias.
En su primer día como coordinador Arturo Salinas logró lo que parecía imposible: superar a su antecesor Alfredo Rodríguez en perder en el menor tiempo posible el control de su bancada.
En la pasada Legislatura, Rodríguez recibió el Congreso estatal con 20 diputados y en 3 años se le fueron 6 panistas y la mayoría del Congreso.
Salinas en su primer día perdió 2 diputados, el control de la COCRI y lo más importante: el liderazgo de su bancada.