El fallo de ayer del Tribunal Estatal Electoral que declara inelegible al alcalde electo de Juárez, Rodolfo Ambriz, sólo recrudece el conflicto que existe entre el gobernador Rodrigo Medina e Ismael Flores, líder de la CTM.
Hay que recordar que el cetemista Ambriz fue postulado por el PAN, luego de que Flores rompió con el PRI cuando Heriberto Treviño designó a su propio hermano como candidato del PRI a la Alcaldía.
El PAN de Nuevo León esperaba en Juárez una barrida en la elección del 1 de julio, sin embargo gracias a sus aliados de la CTM logró imponerse en la contienda.
El triunfo panista-cetemista fue impugnado por el PRI y ayer el TEE revocó la declaración de validez y la constancia de mayoría que le entregó la Comisión Estatal Electoral al “gallo” de Flores.
Ambriz es inelegible simplemente porque no pudo acreditar que reside en el municipio de Juárez y puso como dirección las oficinas de la CTM en este municipio.
Una pifia que hoy paga Ismael Flores y que no dejó pasar Humberto Medina Ainslie, padre del gobernador, para cobrar algunas cuentas pendientes que tenía con el líder cetemista.
La resolución es totalmente en contra de los intereses de Flores y deja incluso abierta la posibilidad de que la Alcaldía de Juárez sea, ahora sí, asumida por un panista integrante de la planilla de Ambriz.
LA PREPOTENCIA DE LOS MINISTERIALES
La noche del domingo policías ministeriales en estado de embriaguez protagonizaron un conato de pleito con elementos de la Policía Municipal de Guadalupe.
La verdad sobre este incidente dista mucho de la versión que Jorge Domene, el director de Comunicación Social del Estado, trata de difundir entre los medios de comunicación.
Los hechos pasaron más o menos así: policías ministeriales armados se estaban relajando por la madrugada, bebiendo alcohol y haciendo mucho escándalo en la vía pública.
La patrulla 080 de la Policía Municipal atendió el reporte vecinal, pero se toparon con los ministeriales alcoholizados que incluso encañonaron a los efectivos municipales.
Uno de los policías ministeriales, escolta personal del director de la Agencia Estatal de Investigaciones, Guadalupe Saldaña, fue desarmado por los efectivos municipales.
Humillados, los agentes de la ministerial pidieron apoyo a sus compañeros y fueron hasta el cuartel policiaco por los elementos preventivos que los habían desarmado.
El despliegue policiaco y de respuesta fue impresionante: más de 15 patrullas de la Policía Ministerial prácticamente rodearon la corporación municipal buscando a los policías.
El asunto subió de tono y llegó hasta al coronel Enrique San Miguel Sánchez, secretario de Seguridad Pública de Guadalupe, quien designó a su director Florencio Santos para que atendiera el problema.
La Policía Ministerial detuvo a tres elementos municipales y los acusó de abuso de autoridad y de haber golpeado supuestamente a una mujer que se encontraba con los agentes ministeriales.
Hoy, la relación entre el mando municipal y Guadalupe Saldaña, director de la Policía Ministerial del Estado, está fracturada por este incidente provocado por los ministeriales.