El mismísimo día que, en la Ciudad de México, Gustavo Madero toma posesión por segundo periodo consecutivo como presidente del CEN del PAN en el país, acá en tierras regias salen en la foto el senador, Raúl Gracia, y el diputado federal, Víctor Fuentes, candidateando a Mauricio Fernández para el 2015.
Inmediatamente el contrapeso dentro del panismo de Nuevo León para la alcaldesa Margarita Arellanes, que sin duda y apoyada por la fracción de la División del Norte que comanda José Serrano, es la favorita del presidente reelecto del PAN, luego de que en esta ciudad Madero aplastó a Cordero.
El mensaje literal de Gracia y Fuentes fue pedirle a Mauricio que no se descarte para estar en la boleta en el 2015, ya sea como aspirante a gobernador, o a la Alcaldía de San Pedro.
Pero el recado tácito es muy claro para el líder nacional y para el panismo en esta entidad: No pueden poner todas las canicas en el mismo morral.
Y si Margarita Arellanes, con la victoria de Madero, tiene una ventaja más a su favor para ser la número uno en la lista de aspirantes a la candidatura albiazul para la Gubernatura en el 2015, también es la figura que todos quieren vencer.
Definitivamente que así como Arellanes lidera las encuestas electorales hasta hoy, la alcaldesa será también el centro de todas las críticas y ataques, tanto desde el PRI, como de sus detractores dentro de su propio partido azul.
Y si de alguna manera Arellanes fuera víctima de la opinión pública, el PAN requiere otro candidato a la Gubernatura.
Ahí está el contrapeso, pero también es un hecho que Mauricio Fernández, muy a su estilo, un día dice que no le interesa la Gubernatura y al otro dice siempre sí.
Y también es una realidad que el exalcalde de San Pedro, al menos en dos encuestas de abril y mayo, ha sufrido un bajón muy fuerte en las preferencias electorales. Necesita ya los reflectores.
Y Guerra contraataca
Apenas el martes aquí escribimos que el diputado federal y exalcalde de Escobedo, Abel Guerra, fue madrugado por su excoordinador de campaña, Fernando Castillo, para hacer méritos y controlar la próxima Alcaldía de Escobedo.
Pues ayer Guerra levantó la mano.
Anduvo en campaña todo el día. Desayunó con Jaime Rodríguez “El Bronco” en un restaurante de Morones Prieto y en la tarde-noche estuvo en una reunión de presidentes de mesas directivas de colonos en el sur de la ciudad.
Hay que recordar que “El Bronco” fue, junto con Abel Guerra, uno de los priistas renegados que mantuvieron una posición en contra del candidato favorito del entonces gobernador, Natividad González Parás, en el 2009, o sea en contra el hoy mandatario estatal Rodrigo Medina.
Guerra amaga nuevamente con ser un renegado, después de que ya puso sobre la mesa del gobernador que quiere, otra vez, el control de la candidatura a la Alcaldía de Escobedo.
Y sabe que por ahora, se le está adelantando su excoordinador de campaña, Castillo, con la aprobación del Palacio de Cantera.
