Billones de turistas viajan al año en busca de una experiencia diferente. Algo que los conecte con ese lugar, esa cultura, sin importar no hablar la lengua o no leer su escritura.
Las artes expuestas en pinturas y esculturas exhibidas en los grandes museos del mundo, o en la arquitectura de grandes palacios, templos y monumentos, han sido por muchos años los detonadores del movimiento del ir y venir de los viajeros.
Pero en los últimos años, un nuevo arte se ha consolidado, no solo por que te permite entender la cultura desde el fondo del corazón de cada región, además explota tus sentidos llevándote a experiencias únicas: la gastronomía.
La comida. Que integra los ingredientes locales, exalta los sabores tradicionales, evoca la costumbre de los pueblo y se eleva con las técnicas modernas, se ha vuelto una parte central de la experiencia que el turista busca en los últimos años.
Los foodies o turismo gastronómico es uno de los grupos de mayor crecimiento, además tiene un plus adicional, estos viajeros tienen mas recursos y mayor tiempo para viajar.
Por eso los mercados se han adaptado a este nuevo fenómeno. Ofreciendo festivales y expos. Buscando regresar al origen de su cocina recuperando ingredientes perdidos, dejando la importación de comidas para regresar a los sabores de casa, que entre mas ancestrales y autóctonos mejor.
Si de diversidad, sabor, historia e ingredientes hablamos, la comida mexicana encabeza la lista de las mejores cocinas del mundo. Es por eso que me queda claro el acertado rumbo que ha tomado la Secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, la cual ha decidido ir por todas las canicas.
Primero logrando traer a México los tan sonados ‘Latin America’s 50 best’ de la lista Pelegrino, seguido por la mancuerna que está haciendo con los talentos locales.
Pocas veces se ve al gobierno conjuntando esfuerzos, coordinándolos para un crecimiento en conjunto. Los cocineros, chefs, productores de cerveza, tequila, mezcal y vino, juntos para promocionar el México gastronómico que somos.
Las cosas como son y reconocimiento a quien hace bien su trabajo. Buena jugada sin duda de Ruiz Massieu.