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Mezcla peligrosa en las marchas y ya llega ‘el Café Municipal’

Muchos pararon las orejas luego de las marchas del pasado miércoles 1 de mayo.

Y eso es porque maestros de las secciones 21 y 50 del SNTE marcharon por las calles del centro de la ciudad para manifestarse contra la Reforma Educativa.

Pero aunque los manifestantes pacíficos eran la mayoría, hubo grupúsculos de jóvenes encapuchados, identificados con organizaciones de izquierda, que sí dañaron algunos inmuebles con pintas.

Incluso, algunos de ellos increparon a los policías municipales de Monterrey, pero no llegaron a la violencia.

Muchos pararon las orejas luego de las marchas del pasado miércoles 1 de mayo.

Y eso es porque maestros de las secciones 21 y 50 del SNTE marcharon por las calles del centro de la ciudad para manifestarse contra la Reforma Educativa.

Pero aunque los manifestantes pacíficos eran la mayoría, hubo grupúsculos de jóvenes encapuchados, identificados con organizaciones de izquierda, que sí dañaron algunos inmuebles con pintas.

Incluso, algunos de ellos increparon a los policías municipales de Monterrey, pero no llegaron a la violencia.

Corrió la versión de que algunos de estos encapuchados no son de Nuevo León y que son parte de un movimiento nacional para infiltrarse en las manifestaciones del SNTE en varios estados, con el objeto de provocar a los uniformados.

Como ya las secciones 21 y 50 anunciaron que seguirán con sus manifestaciones, hay que ponerle la lupa a estos grupos.

El Café Municipal

Este sábado habrá un evento que muchos ciudadanos pueden aprovechar.

Se trata del Café Municipal, donde se escucharán las propuestas civiles para mejorar la interrelación de la sociedad con sus cabildos respectivos.

Es muy importante en momentos en que los alcaldes, regidores y síndicos, parecen ser independientes de las necesidades de la ciudadanía, de quienes los llevaron a esos cargos.

Es lo mismo que sucede con los diputados locales y federales.

Los locales, ahora con un “bono de gestión” adicional a su sueldo, que realmente lo utilizan para rentar una pequeña oficina en su distrito y pagarle un turno a una secretaria. Pero de verdad que ellos no se ven muy seguido por ahí. 

La realidad es que los ciudadanos que votaron por ellos no vuelven a saber de sus legisladores locales más que a través de los medios de comunicación.

Igual pasa con los diputados federales, que se dejan ver una que otra ocasión en Monterrey, pero a través de la red, de los medios electrónicos o la prensa, y no precisamente porque visiten sus respectivos distritos.

En este caso, la organización Despierta México está convocando a dialogar sobre la representación que los ciudadanos tienen en sus cabildos.

Mucha gente ni siquiera conoce los nombres de los integrantes de sus cabildos y ya es muy común que los alcaldes, esos que anduvieron peleando el famoso Fondo Metropolitano, en realidad le dictan línea a sus regidores y síndicos.

Incluso a los del partido opositor a la administración, porque les dan becas, viajes, gastos de representación y hasta tablets.

La cita para el Café Municipal es este sábado 4 de mayo en el hotel Fiesta Inn, a las 9:30, en Pino Suárez y Ocampo. Es gratuito, pero es conveniente separar lugar. El correo es: [email protected]

Saltillo está que arde

Muy cerca de nuestra ciudad las amenazas contra funcionarios públicos de primer nivel están a la orden del día.

Por tercera ocasión le colocaron una manta al alcalde de Saltillo, Jericó Abramo Masso, en la que lo amenazan por haber creado el GROM, Grupo de Reacción Operativa Municipal.

Apenas hace días había fusionado el Grupo Cobra con este GROM, que al tener algunos exmilitares estaba golpeando las ventas clandestinas de alcohol y el narcomenudeo.

Acciones policiales que le pegaron en las finanzas a Los Zetas y por ello las amenazas contra el munícipe.

En Saltillo dicen que incluso el Gobierno del Estado de Coahuila que dirige Rubén Moreira le ofreció un cargo estatal al alcalde, pero definitivamente éste se queda en su cargo para seguir con las acciones policiales.

De hecho, en Saltillo la gente ya no está saliendo a las calles por la noche: pueblo chico, infierno grande.

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