¿Misil a Los Pinos?
Después de una intensa semana de no ver ya lo duro, sino lo tupido, Enrique Peña Nieto y su equipo se encierran hoy en su war room para tomar decisiones estratégicas.
La más crucial es si el candidato priista continuará jugando el rol de nazareno, al que todo mundo azota por los pecados ajenos, o si por lo contrario, el candidato tricolor asume el papel de un candidato de oposición a Felipe Calderón.
Redes de PoderDespués de una intensa semana de no ver ya lo duro, sino lo tupido, Enrique Peña Nieto y su equipo se encierran hoy en su war room para tomar decisiones estratégicas.
La más crucial es si el candidato priista continuará jugando el rol de nazareno, al que todo mundo azota por los pecados ajenos, o si por lo contrario, el candidato tricolor asume el papel de un candidato de oposición a Felipe Calderón.
Eso sí, con mucho cuidado, dicen. Tampoco se trata de que Peña Nieto le grite al presidente un “Ya cállate chachalaca”, en respuesta de lo que el mandatario declaró la semana pasada. ¿Se acuerdan?
“Por los casos de servidores públicos que traicionan la confianza ciudadana, o por quienes por omisión, por temor o por corrupción, por cualquier razón, hayan faltado a este deber de salvaguardar los derechos y las leyes, es que hoy vemos algunas regiones del país sufriendo una espiral de inseguridad, incertidumbre, corrupción e impunidad”.
Los priistas dicen que a Felipe Calderón ya se le pasó la mano con tanto misil marca “Sam”, por lo que es muy probable que pronto le dejen caer algún misil que iguale el marcador.
La falta de ‘gasolina’
Parafraesando al tesorero de la campaña panista, Gastón Pavlovich, en la campaña de Josefina Vázquez Mota está escaseando la “gasolina”.
La fuente es la propia candidata, que en su gira por Chihuahua declaró:
“Yo no les vengo a convencer con sacos de cemento o láminas de asbesto, ni tampoco despensas que están intentado decir que las repartimos…No tenemos ni para publicidad, ya parece que vamos a andar repartiendo alguna otra cosa”.
Aunque el chihuahuense Gustavo Madero de inmediato obligó a la candidata a desmentirse.
“No tenemos problemas financieros en el PAN. Lo que sí no tenemos es derroche, ni tenemos dispendio, ni tampoco jamás hemos intentado comprar el alma o el voto de los ciudadanos”. Corrigió la panista.
Wallace, lo mismo
Pero el problema de los dineros de campaña parece ser muy grave en el PAN.
Y es que Isabel Miranda de Wallace sostiene que a ella también le pasa lo que a Josefina. No tiene “gasolina”.
Dicen que la señora Wallace ya les mandó decir: “Si no me apoyan, renuncio y a ver cómo se las arreglan.”
Y es que además de la falta de dinero, la “candidata ciudadana” por el DF despidió sin mayor explicación a los colaboradores chihuahuenses que Madero le trajo desde su tierra.
La bohemia tricolor
Los pocos priistas que hay en el DF se quejan de que Beatriz Paredes nomás no les hace caso.
Dicen que la ilustre tlaxcaleteca no hace grandes mítines, sino más bien se dedica a promover veladas bohemias.
Aducen que por estas actitudes, la candidata tricolor entró en picada en las encuestas, así que acudieron a buscar el apoyo de Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, con todo y que el candidato presidencial envió a los tricolores capitalinos un tráiler con publicidad para apoyar a los candidatos delegacionales del PRI, resulta que salió peor el remedio que la enfermedad.
Porque acusan al líder de los pepenadores Cuauhtémoc Gutiérrez, enemigo acérrimo de Paredes, de haberse pepenado toda esa publicidad.
Yarrington, a la permanente
Si los priistas creían que con deslindarse de Tomás Yarrington y suspenderle sus derechos de militancia se acababa la rabia, se equivocaron.
Por lo pronto el PRD ya alista la carga para atacar. Este lunes la diputada Esthela Damián dará a conocer en rueda de prensa que subirán a la Comisión Permanente el tema del ex gobernador tamaulipeco.
La legisladora, presidenta de la Comisión de Vigilancia, pedirá que se investigue la posibilidad de que se haya financiado la campaña de Enrique Peña Nieto con dinero del crimen organizado.
Es decir que con deslinde y expulsión temporal, los priistas tendrán que seguir sudando la gota gorda por uno de sus más representativos militantes, al que ahora le hacen el feo.