Arturo Elías es el único doble Bicampeón de la LigaMX, con más oficio que hace 10 años con Pumas.
Hoy “SU” León es un equipo más constante y consistente que aquellos Pumas efímeros del 2004.
El MITO del Bicampeón alcanza decibeles altísimos, León y Pumas con torneos similarmente mediocres llegan a la Liguilla y ¡pum! derechito al título.
El FANTASMA del sexto lugar que nunca gana ya es preocupante, esta vez se le apareció al Pachuca. Y la LEYENDA del “Tata” Martino endiosado en Paraguay, se desvanece como castillo de naipes con los figurones del Barcelona que siempre lo vieron hacia abajo.
¿ Y quién se acuerda ?
El mito del Bicampeón se acentúa con este título del León, igual que el segundo título que gana Pumas en el 2004, cuando se mete de carambola a la Liguilla y ahí se embala tumbando gigantes.
Igüalito que los “míticos” Pumas de Hugo que alcanzan Liguilla en otra carambola exquisita de tres bandas y de ladito. Eran novenos y se meten también a tumbar grandulones, lo rudo vino después, cuando Hugo los deja hundidos en el porcentaje, pero de eso nadie se acuerda.
Hugo: el castillo de la pureza
Aquellos Pumas traían hambre y sed de victorias y títulos, no fue gratis. Arturo Elías Ayub había tomado las riendas de Pumas buscando de entrada fuertes apoyos publicitarios más allá de lo convencional, sin hacerse dependientes del Grupo Carso del que el es alto directivo.
Apoyado en sus excelentes relaciones y estilo de negociar, llegan a Pumas refuerzos de buen nivel encabezados por Bruno Marioni, y Hugo Sánchez al frente de un gran equipo de trabajo con Mario Carrillo y el profesor Egea a los que por cierto nunca dio crédito alguno, los tenía escondidos en el Palomar de C.U. como en aquel Castillo de la Pureza.
Aquél 2004 fue maravilloso cuando alcanzan el título después de una gran temporada, segundos de la general con 41 puntos, la mejor ofensiva con 42 goles y un marco esplendoroso con C.U. a reventar para superar a Chivas en penaltis.
El buque hacía agua en el siguiente torneo, termina noveno con 23 puntos, muy por debajo del Veracruz que se hace del superliderato con 32.
El reglamento les beneficia cuando Tigres, octavo en la clasificación, no alcanza Liguilla por no ser uno de los mejores terceros. Pumas se mete de lágrima, pero se embala alcanzando el título derrotando al Monterrey en el mismísimo Tec.
La cruda les llegaría muy pronto, con un 2005 espantoso que los deja en el fondo de la porcentual. Hugo se llevó todo, desde una lanota por dirigir, hasta el crédito total de aquel “BI” sin darle ni lana ni reflectores a sus “Coroneles de Campo”: Mario Carrillo y “el profe” Egea.
En León, otra historia
Arturo Elías es el común denominador en ambos Bicampeonatos, puede presumir de ser el único doble campeón en la LigaMX.
Las otras coincidencias en el Bicampeonato del León son las de haber hecho un gran torneo en la fase regular en el primer título, y otro menos que mediocre en el segundo, calificando de carambola, metiéndose luego a tumbar a los gallones, al primero en la tabla, Cruz Azul, al segundo, Toluca y luego al que haya quedado vivo, en este caso el sexto lugar Pachuca.
Por lo demás, este León basa su éxito, al contrario de aquellos Pumas del 2004, en el trabajo colectivo encabezado por un técnico alejado de reflectores y shows frívolos, como aquellas aventadas de saco de Hugo a medio partido. Gustavo Matosas se ha curtido en la disciplina, trabajo, humildad y la convicción que es mejor hablar con resultados que con aspavientos. León ha llegado para quedarse y en el oficio del Grupo Pachuca, puede hacerse de un nombre propio que emule y hasta supere los blasones de aquellas generaciones que les dieron prestigio y leyenda.