No sólo la pugna entre la CTM y Abel Guerra está dividiendo la bancada del PRI en el Congreso de Nuevo León.
El nombramiento del próximo presidente de la Mesa Directiva del Congreso estatal amenaza con dinamitar el grupo legislativo que preside Marco González.
A días de que se decida esta designación, sólo existen dos tiradores para la presidencia de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, que este año le toca a la bancada del PRI.
El cargo está entre los legisladores tricolores Andrés Cantú y Eugenio Montiel.
Cantú tiene a su favor -pero también en contra – ser el ahijado político del exalcalde de
Apodaca, Raymundo Flores, ya sin influencia en el medio priista de Nuevo León.
No hay punto de comparación entre Cantú y Montiel. El exregidor de Monterrey le gana tanto en experiencia como en méritos al legislador de Apodaca. Aún así, Marco prefiere a Cantú para este cargo en lugar de Montiel, a quien no le ha perdonado supuestos actos de indisciplina durante el primer año legislativo.
¿Será que Marco le dará a Montiel la excusa perfecta para que el diputado marque distancia oficialmente de su bancada?
Las prioridades de Arenas Bátiz
El actual presidente del Poder Judicial del Estado, Carlos Emilio Arenas Bátiz, se coló a la lista final de aspirantes al Trife que ayer sufrió tremenda rasurada por los ministros de la SCJN.
No sólo eso.
Arenas Bátiz fue de los privilegiados aspirantes que lograron el mayor número de votos de los ministros de la Corte.
Las prioridades del presidente del Poder Judicial del Estado no están cayendo bien en el gobierno de Jaime Rodríguez.
Para “El Bronco”, la máxima prioridad es el juicio contra el exgobernador Rodrigo Medina.
Para Arenas Bátiz parece ser regresará a vivir a la Ciudad de México.
La misma cantidad de votos de Arenas Bátiz la obtuvo Jorge Meza Pérez, magistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa en Nuevo León.
Meza Pérez se desempeña además como coordinador de los jueces del Poder Judicial de la Federación en Nuevo León.
Más abusos en la Cruz Verde
No habrá dinero para la compra de ambulancias, pero en la Cruz Verde de Monterrey los excesos y abusos de los recursos siguen a todo lo que da.
Nos cuentan que la institución que preside la señora Thelma Cora Salinas, acaba de liquidar con una indemnización de 100 mil pesos a la directora administrativa.
Lo sospechoso de esta liquidación es que la mujer apenas tenía siete meses trabajando y se llevó a su casa esta nada despreciable cifra.
Hay más cosas extrañas.
Las ambulancias, exhibidas por Reporte Indigo hace unos meses deterioradas, fueron vendidas como chatarra y el patronato sigue sin sesionar.
La última es que la señora Thelma Cora pretende poner como director de la Cruz Verde a quien hoy se desempeña como su chofer particular.
