En caso de que los diputados del Congreso se pusieran estrictos, nadie estaría apto para ocupar la vacante libre en el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción. Entre los requisitos para participar, los legisladores solicitaron que quien aspire a este puesto debe de tener una vasta experiencia en el combate a la corrupción.
De los 13 candidatos, que actualmente se registraron, ninguno ha ocupado un cargo relacionado a dicha materia. La mayoría son abogados, algunos de ellos con maestría y hasta doctorados, pero ninguno de ellos cuenta con experiencia.
Habrá que recordarles a los diputados que todavía no existen en el país maestrías o doctorados especializados en combatir la corrupción, mucho menos los aspirantes pudieron haber ocupado puestos anticorrupción ya que el sistema acaba de iniciar.
En caso de elegir a uno de estos aspirantes queda claro que no será por sus logros por lo que se abre la puerta a que el designado responda a otro tipo de compromisos. Y cómo no levantar sospechas en un proceso que debería de ser transparente si los propios legisladores no han aclarado en qué se gastaron su bono de gestoría. La transparencia se vislumbra lejos.
Y PADRES CULPABLES DE INSEGURIDAD
Pareciera que el gobernador Jaime Rodríguez Calderón se le acabó el discurso para minimizar la inseguridad que vive Nuevo León, por lo que hizo una declaración que solo eleva más la falta de compromiso para atender este problema.
Resulta que “El Bronco” simplemente culpó a los padres de familia del incremento de la delincuencia. Al decirles que tienen que estar más al pendiente de lo que hacen sus hijos, en vez de solicitar más policías.
Rodríguez Calderón hasta metió a los sacerdotes, a quienes les recomendó hablar más con los niños para que no caigan en la tentación. El gobernador perdió la brújula y desorientado no recuerda que su obligación es implementar programas sociales y políticas públicas enfocadas en ayudar a los para que tengan una mejor calidad de vida.
Habrá que recordarle a “El Bronco” que el programa Aliados Contigo, que supuestamente era para ayudar a las personas más vulnerables, lo utilizó como plataforma para conseguir las firmas para su campaña presidencial.