El destape de Ildefonso Guajardo Villarreal, como aspirante a candidato para la gubernatura en 2021, cimbró a los diferentes grupos del PRI de Nuevo León. Y el exsecretario de Economía federal va en serio.
Aunque se perfilaba como un aspirante natural, su declaración fue una verdadera sorpresa, porque no lo hizo en tiempo electoral, lo que añade una nueva variable a la disputa por el control del tricolor a nivel estatal, misma que ya inauguró Felipe Enríquez.
Lo que también tiene claro Guajardo es que enfrentará un verdadero reto si quiere quedarse con la candidatura, pues a pesar de que cuenta con el respaldo de los empresarios de este estado y del CEN priista, tendrá que negociar y/o enfrentar a los liderazgos locales.
Deberá ser muy hábil para dialogar con Clara Luz Flores, alcaldesa de Escobedo, quien parece haber entrado en la carrera con más fuerza después de su nombramiento como presidenta de la Conferencia Nacional de Seguridad Pública Municipal.
Pero está también la figura de Cristina Díaz, alcaldesa de Guadalupe, quien podría alzar la mano, aunque en principio sería más receptiva a respaldar a Guajardo.
Pero sin duda, el principal escollo para el exfuncionario federal será el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, quien cuenta con el apoyo del coordinador de la bancada priista del Congreso local, Francisco Cienfuegos, quien está buscando controlar el partido a nivel estatal.
Sin duda Guajardo tiene una buena imagen, sobre todo entre los grupos empresariales, después de su muy acertada participación en la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, una imagen que, sin embargo, podría verse afectada si decide hacer equipo con medinistas como Adrián de la Garza o Francisco Cienfuegos, aunque también podría ser contraproducente romper con ese grupo, sobre todo con tanto tiempo por delante. Todo un reto para Guajardo.
La mano detrás de Félix Coronado
El dirigente de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en Nuevo León, Félix Coronado se pasó todo el día de ayer hablando por teléfono para disculparse por las consecuencias que pudo ocasionar por su intervención en Walmart.
Incluso las cámaras industriales como Canaco, Caintra y Canadevi recibieron un escrito firmado por el dirigente, argumentando que los volantes que fueron entregados por miembros de la Confederación a empleados de Walmart en donde se exigían mejoras a sus condiciones laborales tenían como único objetivo resolver las inquietudes de los trabajadores que se habían acercado con ellos.
Lo que omitió Coronado es que se trató de un golpe en contra de la CTM (que ostenta la titularidad del contrato colectivo en la empresa) y contra su dirigente estatal Ismael Flores, aunque nos aseguran que en este movimiento Coronado no actúo solo sino que alguien le pidió el favor.