No a disminuír la capacidad de carga

En este contexto, los camiones doblemente articulados, mejor conocidos como camiones tipo “full”, han dado como resultado un sistema eficiente y seguro, eficiente en costos; y además, protege la infraestructura carretera en mayor grado que otras configuraciones, en función de su descarga de peso por eje y por llanta, factores que científicamente han demostrado que son los causantes del mayor daño a la cinta asfáltica y a estructura en puentes.

Fernando Villanueva Fernando Villanueva Publicado el
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En este contexto, los camiones doblemente articulados, mejor conocidos como camiones tipo “full”, han dado como resultado un sistema eficiente y seguro, eficiente en costos; y además, protege la infraestructura carretera en mayor grado que otras configuraciones, en función de su descarga de peso por eje y por llanta, factores que científicamente han demostrado que son los causantes del mayor daño a la cinta asfáltica y a estructura en puentes.

 La realidad es que mientras en México existe la polémica, que incluso ha llegado al Congreso de la Unión, en donde se busca legislar para desaparecer este tipo de transporte y disminuir la capacidad de carga hasta de las unidades sencillas, en el mundo se incentiva su uso para lograr costos eficientes, al disminuir la frecuencia de los viajes, menor cantidad de choferes.

La intención oficial por parte der la SCT de acotar el transporte “full” enciende focos rojos en la competitividad del país:

1° CARRETERAS MÁS INSEGURAS.  Serán necesarios más camiones y más viajes, en carreteras más congestionadas y por consiguiente, con mayor  riesgo de  accidentes.

2° SERVICIOS DE TRANSPORTE MÁS CAROS. Al incrementarse el número de camiones de baja capacidad en carreteras federales, se acelerará el daño a la infraestructura, aumentará el costo de los productos, con la consecuente pérdida de productividad y competitividad en detrimento del consumidor.

3° MÁS IMPACTO AL MEDIO AMBIENTE.  El mayor uso de camiones significará incrementar el consumo de combustible con el correspondiente daño ecológico que esto implica, combustible que actualmente es subsidiado por el gobierno.

De acuerdo con estudios de la Asociación Nacional del Transporte Privado, para diversos sectores industriales del país las restricciones a la configuración doblemente articulada se han calculado en un impacto de 28 mil millones de pesos anuales, solamente por concepto de incremento del costo en fletes. 

 Los motivos de seguridad vial y estructural de las carreteras por los que las autoridades pretenden hacer este tipo de disminuciones son totalmente legítimos, sin embargo su origen se encuentra en la falta de verificación y cumplimiento de la normatividad actual, más que a su relación con el peso con el que circulan los camiones hoy; es decir “mientras no tengamos una verificación que haga cumplir a cabalidad las condiciones de peso con las que hoy se puede cargar el autotransporte, de nada servirá que se aumente o disminuya esta capacidad, simplemente no se cumplirán”.

La seguridad vial y estructural de las carreteras son elementos que se mantienen con grandes pendientes por resolver, pero deberá ser la argumentación y el sustento técnico los que prevalezcan en el proceso de su mejora, por sobre los intereses particulares o políticos. 

Fernando Villanueva es Presidente de la Comisión de Logística y Seguridad en el Transporte de la CANACERO.

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