¡No a la apatía!

Mientras han dado el banderazo a la discusión de la Reforma Hacendaria, los nervios crecen entre los diferentes grupos de la sociedad, especialmente la clase media, las organizaciones civiles y quienes buscan la creación de empleos. 

Sin embargo, al mismo tiempo que está sucediendo esto, en Nuevo León un grupo de la sociedad voltea a ver cómo remplazará a la clase política actual por gente comprometida con su estado y con el país mas allá de sus intereses personales.  

Tatiana Clouthier Tatiana Clouthier Publicado el
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Mientras han dado el banderazo a la discusión de la Reforma Hacendaria, los nervios crecen entre los diferentes grupos de la sociedad, especialmente la clase media, las organizaciones civiles y quienes buscan la creación de empleos. 

Sin embargo, al mismo tiempo que está sucediendo esto, en Nuevo León un grupo de la sociedad voltea a ver cómo remplazará a la clase política actual por gente comprometida con su estado y con el país mas allá de sus intereses personales.  

Para ello se dieron a la tarea de darle un vistazo a lo que ya se hizo como un ejercicio democrático en 2012 y que se sigue construyendo para el futuro en Jalisco, con Enrique Alfaro al frente. 

Para quien no recuerde, Alfaro compitió en 2012 por la Tercera Vía, utilizando como vehículo a dos partidos pues no se había dado el primer paso a las candidaturas independientes.

Alfaro compartió en Monterrey su visión de lo que sí es posible cuando participa la gente “local”, es decir, cercana al habitante común y del día a día, y que sí puede hacer campañas con un rasgo distinto, comunicándose con los demás, pidiendo a la sociedad su ayuda y sumando al caído de los partidos tradicionales, pues si no, no alcanzan los votos para ganar.

Alfaro también compartió lo importante de la utilización de las redes sociales y sobre todo tomar las ventajas de los desgastes que tienen y tendrán el PAN y el PRI.  

El primero por la propia división interna, en donde en algunas ciudades no encuentran ni quién cierre la puerta, y el segundo por las tonterías planteadas en la reforma hacendaria, que son de tal magnitud, que tendrían que darle un giro descomunal para que el tricolor no se salga raspado.

Y en este sentido de las candidaturas ciudadanas, de la tercera vía, vale la pena pensar qué es lo que més importa, si el vehículo o el piloto. 

Para algunos, quieren ver nombres antes dedar un paso, y hay quienes piensan que con los puros perfiles adecuados se logran los obejtivos, pues el proyecto resulta mas interesante que quién lo vaya a dirijir. 

Habremos de ver qué piensa cada persona en Nuevo León y sobre todo si se dejaran manejar por la mercadotecnia y la manipulación de medios e imágenes, que ya se ven por todos lados, como en el caso de Monterrey, donde hay pocos resultados, mucho gasto y falta de transparencia también, o como con el caso de Medina y su “delfín”, que hasta hizo que apareciera de nuevo el exgobernador Natividad González Parás. 

Y hablando del gobernador, Rodrigo Medina resaltó más en su Cuarto Informe sus deseos que la realidad, sobre todo cuando ya presumió que se harán, en un futuro, en año y medio, más de lo que se ha construido en 20 años del metro.  

No lo dudo, pero es burdo que se cante victoria antes de haber puesto la primera piedra en un estado donde el dinero no está asegurado y menos con la nueva reforma propuesta, donde hasta el ingreso de los Repecos se lo quitan a los estados y éstos no han dicho ni pío. 

Y es que así está el sometimiento ante la Federación. Los bravucones de la Conago desaparecieron y ahora perecen borregos tasquilados. 

Así, como esos gobernadores, parecen ser los “liderazgos” en este país.

Por otro loado, vaya localizando a su diputado y senador federal para que lo ponga a jalar en favor de todos y no sólo de los intereses de su partido, del prsidente Enrique Peña Nieto y mucho menos de su propio proyecto político.

La apatía ya nos llegó al cuello.

Ya no podemos permitir que esta reforma pase, ni que los mismos vividores nos traten como hasta hoy, como simples pagadores de impuestos y emisores de votos.

No se deje, no a la apatía y sí a vigilar que se pongan a jalar.

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