No se hagan bolas
Frase que viene de la sabiduría anónima, la que por fortuna no necesita el filtro de los “intelectuales mexicanos”, ese grupo que se siente dueño del saber nacional, dueños monopólicos desde su equivocada perspectiva de la verdad única en este país, y que a base de desplegados carísimos se firman como tales cada vez que el momento político o una crisis coyuntural aparece, de hecho se protegen entre ellos.
Alfredo Domínguez MuroFrase que viene de la sabiduría anónima, la que por fortuna no necesita el filtro de los “intelectuales mexicanos”, ese grupo que se siente dueño del saber nacional, dueños monopólicos desde su equivocada perspectiva de la verdad única en este país, y que a base de desplegados carísimos se firman como tales cada vez que el momento político o una crisis coyuntural aparece, de hecho se protegen entre ellos.
Afortunadamente los proverbios anónimos y la sabiduría popular les dan más de 30 vueltas a su soberbia “mamonería”, así que esta frase acuñada y que pasa de generación en generación fue traída a la palestra política hace algunos años por uno de los personajes más cuestionados por estos autonombrados “Intelectuales Mexicanos”.
Fue el entonces Presidente de la República, Carlos Salinas De Gortari, quién en relación a la grilla que inventaba el ardido de Manuel Camacho Solís, que había perdido la candidatura del PRI a la presidencia de la República con el siempre bien recordado Luis Donaldo Colosio, tendríamos que recordar estos episodios torales de nuestra historia reciente para luego entender nuestro presente, Camacho Solís iniciaba su cómoda carrera opositora, temas al aire nada más para recordar anécdotas y personajes camaleónicos.
Por acá en el mundo del Deporte Espectáculo coincide la frase con la mal llamada “Pelea del Siglo”.
El villamelón que llevo dentro
No creo que los infalibles autonombrados “intelectuales mexicanos” le entren, como no sea para analizarlo desde sus nichos, a un tema tan trivial para ellos como el Deporte Espectáculo del que sin duda muchas ocasiones se han colgado a manera de oportunismo estratégico.
La mal llamada “Pelea del Siglo” nos deja muchas enseñanzas mucho más allá el pobre espectáculo boxístico ofrecido, para el villamelón, yo mismo lo he sido en muchas ocasiones y muchos temas, el disfrutar de un evento que en otras circunstancias le hubiera sido indiferente tiene su encanto, es como quién asiste a una exposición de pintura (me ha ocurrido y ahí surge el villamelón que llevo) y al no entender o conocer a los pintores, escuelas, estilos, me voy a lo mas simple, buscar una pintura que llame mi atención, que me guste, que disfrute con ella, esa, para mí es la pintura más valiosa de la colección, la que me gusta y no necesariamente la de mayor valor económico o representativo.
Así es el box…
Y otros deportes cuando no se entiende bien a bien cómo debe juzgarse más allá del resultado, un buen partido de futbol, por ejemplo, puede terminar 0-0 y muchos quedamos complacidos por el estilo, desplieuge, intensidad y hasta ocasiones de gol no concretadas, paradones, postes, enorme despliegue táctico es algo que sabemos disfrutar quienes somos más allá de un aficionado ocasional.
Lo mismo me ocurre en las ocasiones que salgo a defender el automovilismo de competencia, cuando se me asegura que es muy aburrido “ver coches dando vueltas como mayate”, si no sabemos o podemos descubrir más allá de esas vueltas, el aburrimiento alcanzará al villamelón o aficionado de ocasión por ahí de la vuelta 10.
El boxeo es igual, el arte de la defensa y el ataque, el buscar al rival para superarlo procurando recibir los menos golpes posibles y en cambio meter bien las manos en cuanto el rival abra un hueco, ese equilibrio es la escencia del deporte básico entre las artes marciales, ataque y defensa con las manos, la guardia, cuidar cara y torso, atacar arriesgando, precavido en defender.
El villamelón le gana al box
En esta ocasión vimos un espectáculo triste, lamentable, en donde el BOXEO PIERDE la oportunidad más grande que se le ha presentado en los últimos años, la de atraer masivamente a millones de telespectadores a disfrutar de la “Pelea del Siglo” con los autonombrados, igual que nuestros pomadosos “Intelectuales Mexicanos”, los “mejores peleadores Libra por Libra”, que arriba del ring y después de asegurar al promotor, los organismos regidores y a los propios boxeadores, ingresos por 500 millones de dólares a repartir entre todos los involucrados, se olvidaron de lo más importante del deporte espectáculo, el aficionado, el fanático, el ocasional y hasta el villamelón, que se sienten con toda razón defraudados por ese paupérrimo show en donde hoy se habla más de Clint Eastwood, Robert De Niro, Justin Bieber, Andre Agassi, Michael Jordan, que fueron colocados estrategicamente en Ring Side para que todos los viéramos y que, no es poca cosa, no pagaron por sus entradas súper vip, estas personalidades hicieron el show, lo que vimos en el ring fue un fraude monumental cuando el ganador de una pelea de box, el más grande Libra por Libra, Floyd Maywather, nunca atacó a su rival, Manny Pacquiao que nunca logró siquiera hilvanar dos tandas de golpes certeros.
Ha habido y habrá muchas peleas de box emocionantes, apasionantes, bien peleadas, en donde ese arte de la defensa y el ataque se viven intensamente, solo que esta mal llamada “Pelea del Siglo” termina por regresar a los indiferentes del boxeo a sus lugares de origen, después de la pelea el boxeo no ganó adeptos, quizá hasta perdió muchos, y conste, ahí viene la revancha… Así de fácil.