Noches de triples
Finalmente el serbio se recupera e impone su autoridad para llevarse su tercer Abierto de Australia consecutivo y cuarto en su carrera. Mientras que unas horas antes, los Yaquis de Ciudad Obregón alcanzan su tercera corona en fila de la Liga Mexicana del Pacifico para así recibir el pasaporte que los compromete con el honor de representar al beisbol mexicano en la Serie del Caribe, que arranca este fin de semana con la inauguración del Estadio Sonora de Hermosillo.
Alfredo Domínguez MuroFinalmente el serbio se recupera e impone su autoridad para llevarse su tercer Abierto de Australia consecutivo y cuarto en su carrera. Mientras que unas horas antes, los Yaquis de Ciudad Obregón alcanzan su tercera corona en fila de la Liga Mexicana del Pacifico para así recibir el pasaporte que los compromete con el honor de representar al beisbol mexicano en la Serie del Caribe, que arranca este fin de semana con la inauguración del Estadio Sonora de Hermosillo. Y acá en nuestra Liga MX, el América estrella tres en los postes del Jalisco para perder el invicto con el Atlas del hoy, inusualmente mesurado Tomás Boy, con un triple tache a la producción de Televisa, que calla a sus comentaristas a la hora del penalti que define Omar Bravo para darle el micrófono a un “cuate” que se queda “penderplejo” y callado, mientras que Tigres y Xolos llevan “tres más uno” triunfos al hilo. Ya en otros niveles, Pumas es despedido por su fiel afición con un “Goya” que estremece al imponerse en la mismísima Bombonera a la versión sin chispa del Toluca, que deja las vitaminas en el vestidor.
¡Tres sets de ensueño!
En los que se enfrascaron el “Uno” y el “Tres” del mundo en la final del primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia.
El británico arranca concentradísimo imponiendo condiciones al meter su juego de fondo con puntos muy largos que se definen con tiros ganadores, hasta imponerse en la muerte súbita después de una hora y 10 minutos de tenis casi perfecto, sin rompimiento por ningún lado. Es entonces cuando aparece la jerarquía del “Uno” del mundo, cuando la gran mayoría se caen anímicamente o ya de perdida se salen del juego por unos minutos al quedar metidos en la frustración y en las explicaciones del desencanto que significa un set tan largo, tan bien jugado y perderlo por un margen tan pequeño. Novak Djokovic deja de lado estos fantasmas y se mete a atacar a Murray asumiendo riesgos desde muy temprano en ese segundo set, a tal grado que Andy lo pone contra la pared en lo que parecía el primer rompimiento del juego. Muy temprano en el segundo set con la inercia ganadora y el ánimo en lo más alto, cero a uno, Novak sirve impreciso poniendo 0-40 en contra, los fans del escocés huelen el momento como para acabar al serbio, sin embargo éste saca fuerzas de su inquebrantable temperamento, sosteniendo su servicio pero principalmente regresando al juego sacudiéndose los fantasmas y recuperando su control para jugar otro set maravilloso, lleno de fuerza y estrategia. Ambos mantienen sus servicios para irnos a la muerte súbita y ahí aparecen…
Las plumitas de pájaro
En el dos a dos de la muerte súbita, Andy Murray falla su primer servicio. Falta, en eso se distrae con unas plumitas de pájaro que vuelan cerca de su pie de apoyo, va por ellas, las recoge, regresa al servicio y mete doble falta, otorgando mini-break a Djokovic que de ahí se tira a presionar y conservar esa ventaja para alzarse con el segundo set, también maratónico de poco más de una hora. Las cosas se ponen iguales, sólo que el momento anímico se pone del lado de Djokovic.
La presión de jugar a tope contra el número uno del mundo, de no fallar, de mantener concentración y fuerzas para un juego proyectado a cinco horas es un reto casi imposible.
Así en el tercer set, Djokovic asume el control metiendo su juego en games largos, privilegiando su revés a dos manos para luego arriesgarlo a una mano.
Murray sirve con el marcador tres a cuatro, no hay rompimiento aún en todo el juego salvo los “minis” de las dos muertes súbitas y ahí el serbio mete pelotas letales rompiendo el servicio por primera vez, para ponerse 5-3 y luego al sostener su servicio el 6-3 que el entrega el 2-1 y la llave para controlar el partido que ya dominaba claramente, mientras que Murray, entre sus ampollas y la frustración, se pierde en un cuarto set totalmente para el serbio, que así arrebata su cuarta corona, tercera en forma consecutiva.
Los yaquis son dinastía
Al coronarse por tercera ocasión consecutiva, desatando la euforia en su propio parque allá en Ciudad Obregón, al apalear el sábado por la noche 16-3 y de paso llevarse por limpia la serie de campeonato ante las Águilasde Mexicali, que aparentemente lo dejaron todo en el apretadísimo juego del viernes en que cayeron apenas por 6-5.
Los Yaquis van ahora a la Serie del Caribe buscando repetir la hazaña de hace dos años, en que se alzaron con el título al imponerse de forma sorprendente a las novenas de Dominicana, Puerto Rico y Venezuela.
Este viernes inicia la Serie del Caribe estrenando parque en Hermosillo. Los Yaquis van bien armados y con el cobijo de una fanaticada que promete ser factor en la semana grande del beisbol latinoamericano.
Tres postes
No pudo ser más oportuno Diego Reyes, viniendo de atrás para rubricar con un certero cabezazo a centro en balón parado, para que el América se pusiera arriba e irse de inmediato al descanso dejando al Atlas totalmente desconcertado con un llenazo a partes iguales entre americanistas de todos lados y rojinegros locales en el Estadio Jalisco. Ya para la segunda parte este nuevo Atlas, al que Tomás imbuye de garra en los tiempos libres en que no se mete a despotricar con los rivales o con los árbitros, empuja y anota dos y con la ayuda de los Dioses del Estadio que hacen chiquita su portería para que los del América estrellen tres al poste, sacar un triunfo que vale más que el camión que el SAT les embargó a media semana y que los tiene trasladándose de aventones…
Así de fácil.