El atentado del domingo en San Pedro contra la sucursal Sierra Madre del periódico El Norte tiene varias lecturas.
Por un lado está la lógica, desde hace tres semanas arrojaron granadas a las sucursales de La Silla y de la Linda Vista.
Y que entonces ahora fueron por la de San Pedro.
Pero hay quien dice que meterse a ese municipio, que es el único bastión de los Beltrán Leyva en el área metropolitana, realmente no sería una acción que se la aviente fácilmente otro grupo criminal.
Que por ello no hay relación entre los ataques a Linda Vista y La Silla, con el de San Pedro.
El atentado del domingo sería del mismo grupo que dirige la plaza, porque entonces habría contado con la complicidad de la Policía sampetrina.
Que el móvil sería llamar la atención de todos hacia San Pedro y vengar la detención de varios robacoches en los últimos meses.
Incluyendo aquella en Valle Oriente, en junio pasado, cuando un hombre denunció que policías sampetrinos permitieron la huída de dos robacoches que fueron defendidos por el alcalde Mauricio Fernández.
Asunto que motivó la salida de los agentes ministeriales de la delegación sampetrina.
Y que una célula de Los Beltrán Leyva quedó de vengar las detenciones y la presión que empezaron a ejercer las autoridades en el robo de vehículos en ese municipio.
Veremos…
Y RODRIGO EN LA ISLA
El recrudecimiento de la violencia en Nuevo León tomó desprevenidas a las autoridades, desde el gobernador Rodrigo Medina hasta el alcalde Mauricio Fernández.
Este fin de semana Medina se encontraba con su familia de vacaciones en la Isla del Padre, mientras en Nuevo León regresaban los ataques de alto impacto del crimen organizado.
Lo mismo le pasó a Fernández, quien el domingo regresaba de un viaje a Canadá cuando se enteró del atentado contra el periódico El Norte.
Por cierto, hablando de Mauricio, ¿qué trató de decir cuando comentó que el ataque a un medio de comunicación en su municipio, rompía el principio de sana convivencia?
¿A qué o a quiénes se refería el alcalde Mauricio Fernández?
¿SEGUIRÁ EL AVAL DE LA IP?
Los ataques recientes contra el casino Revolución, el periódico El Norte y la tienda Soriana no sólo exhiben en el mejor de los casos la ineptitud de las autoridades estatales y municipales.
Estas acciones también dejan mal parados a los organismos del sector privado.
Hace apenas un par de semanas el Ccinlac, la Caintra y Coparmex, salieron a avalar la estrategia de seguridad del Estado y a reconocer una supuesta baja en la incidencia delictiva que reportaba en el devaluado Semáforo del Delito.
Este respaldo de la IP regiomontana formaba parte de los compromisos pactados con el gobernador Rodrigo Medina, quien a cambio les concedió las cabezas de Mario Guerrero, Luis Eugenio Todd y les entregó la dirección del Instituto de Control Vehicular.
Hoy las ejecuciones regresaron y los ataques de alto impacto están de vuelta.
¿Cuál será la postura que asumirán ahora los ipecos? ¿Continuarán presumiendo los números del Semáforo del Delito en Nuevo León, que por cierto no incluye los delitos no denunciados ante el Ministerio Público?
