Los cambios y nombramientos en el gobierno de Rodrigo Medina continuaron ayer con la designación de Alejandra Ocádiz como directora de Gobierno.
Este cargo que depende de la Secretaría General de Gobierno encabezada por Álvaro Ibarra quedó acéfalo por el nombramiento de Filiberto Ceceña, hace dos semanas, como delegado del Infonavit en Nuevo León.
La nueva directora de Gobierno se venía desempeñando como titular del Centro de Atención de Migrantes, pero ahora será la cara amigable del Estado para atender a los manifestantes que asisten a protestar al Palacio de Gobierno.
Ocádiz trabaja en el gobierno de Nuevo León desde el año 2003, cuando el exgobernador Natividad González Parás la invitó a la administración estatal en agradecimiento por sus servicios durante la campaña electoral.
La entonces delegada del Instituto Nacional de Migración tuvo que ver con el destape del asesor cubano de comunicación, Alex Castellanos, experto en guerra sucia, que contrató el entonces aspirante panista la gubernatura Mauricio Fernández.
Esta semana también deberá quedar el nombramiento del subsecretario de Gobierno, que dejó vacante Juan Manuel “El Cama” Parás hace unos meses ya.
Con un arma en la cabeza
Los que se fueron de vacaciones de Semana Santa con la espada desenvainada sobre su cabeza fueron los diputados locales de Nuevo León.
Por estos días el alcalde de San Pedro, Ugo Ruiz, deberá estar presentando un recurso de queja ante la Suprema Corte de Justicia por el desacato en el que habrían incurrido los legisladores locales.
Hace tres semanas, los diputados aprobaron –obligados por la controversia que ganó San Pedro en la Corte- la nueva Ley de Justicia Administrativa que contempla la creación de tribunales municipales contenciosos.
Sin embargo, Ruiz consideró que las reformas aprobadas no cumplían con lo que exigía la resolución de los ministros, por lo cual anunció la presentación de esta queja por defecto de incumplimiento.
En caso de que proceda este recurso es la cárcel la que espera a los diputados locales.
El metro al grupo del Allende
La construcción de la Línea 3 del Metro, uno de los dos principales proyectos de infraestructura del gobernador Rodrigo Medina, no estará a cargo de Metrorrey, organismo que fue responsable de las obras de la Línea 1 y 2.
El mandatario estatal ha encargado la ejecución de este proyecto a la Secretaría de Obras Públicas del Estado, a cargo de Luis Marroquín.
El exalcalde de Allende llevará todo el proceso de licitación de esta obra estimada en más de 5 mil millones de pesos y prevista para arrancarse este año para poder presumirse en las elecciones del 2015.
Marroquín es una de las posiciones políticas que tiene el grupo Allende, encabezado por el constructor Gustavo Cavazos, en el gobierno de Medina.
Por lo pronto la dependencia estatal ya licitó la rehabilitación de dos puentes vehiculares ubicados sobre la avenida Félix U. Gómez para adaptarlos al paso del viaducto elevado que soportará los vagones del Metro.
¿Y Metrorrey?
Bueno el organismo descentralizado continúa acéfalo desde la salida el año pasado de Mario Guerrero.