Opacidad legislativa
Es imposible saber si ha habido o no ahorros en las asignaciones de las bancadas en el Senado por una simple razón: no hay cifras de lo que se les ha entregado. El Senado solo ha publicado la proyección de los recursos que recibirá cada grupo parlamentario para el 2019; no así lo que ya […]
Redes de PoderEs imposible saber si ha habido o no ahorros en las asignaciones de las bancadas en el Senado por una simple razón: no hay cifras de lo que se les ha entregado. El Senado solo ha publicado la proyección de los recursos que recibirá cada grupo parlamentario para el 2019; no así lo que ya han recibido. Los planes son que, entre todas las bancadas, recibirán 542.6 millones de pesos para todo el año, 134.7 millones menos de lo que recibieron de enero a agosto del 2018, en la Legislatura pasada. Ahora solo falta saber si con el mismo ahínco que desde el Senado se habla de la austeridad, se hable y se ejerza la transparencia, para que los ciudadanos puedan saber exactamente cuánto recibe cada una de las bancadas.
Gatopardismo educativo
El régimen de la cuarta transformación ha comenzado fuerte, al menos en el discurso, prometiendo una nueva forma de gobernar y un giro radical en políticas públicas. Uno de esos grandes cambios sería la abrogación de la reforma educativa concretada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, una de las grandes banderas de la campaña política de Andrés Manuel López Obrador. A más de cuatro meses de iniciada la administración del tabasqueño, el futuro de la transformación en materia educativa es incierto; la presión sobre los legisladores y sobre el Gobierno federal ha sido incesante; la CNTE -aliada de López Obrador durante la campaña presidencial- se han puesto en pie de guerra exigiendo no solo una contrarreforma, sino que les regresen los privilegios y prebendas que tenían antes de la reforma educativa publicada en 2013, lo que en términos prácticos significa recuperar el control de la educación en sus feudos: plazas, ascensos, nóminas. Para no enfrentarlos, los legisladores comienzan a ceder. Y por si faltara un elemento más, la exlideresa sindical Elba Esther Gordillo apresta su regreso a la dirigencia del SNTE. Todo lo transcurrido en estos últimos seis años quedaría en prácticamente nada. Todo cambió para que todo siga igual, el mismo escenario de hace más de 6 años. Y esta es la forma en que se quiere alcanzar una ‘educación de excelencia’.
El suplicio de las comisiones
Entre algunos de los diputados federales más experimentados de la actual legislatura empieza a crecer un malestar por la falta de oficio legislativo de algunos de sus compañeros. Nos dicen que la falta de experiencia, sumada a la ignorancia de muchos de los temas que se tratan en comisiones y la falta de interés son en parte de las ocasiones los causantes de los retrasos en la aprobación de los dictámenes. A pesar de que muchos han expresado ya en público y en privado su molestia, la situación, nos comentan, no se vislumbra que vaya a cambiar pronto.