Lo único claro de este espantoso partido forzado por el tema de los dólares de casi 20 pesos, ante la llamada selección de Senegal, que ni fue selección pero sí, son de Senegal, no es el 2-0 a favor de los nuestros, sino la famosa libretita que utiliza nuestro muy discursero técnico Nacional, el colombiano Juan Carlos Osorio, al que se le acabaron las hojitas de la libreta, que no del trébol de cuatro hojas, con tantos y tantos apuntes.
Osorio y su mucho verbo
El colombiano del mucho verbo y hasta hoy buenos experimentos que perfilan interesantes esquemas con jugadores borrados por otros, y al que si bien los resultados se le van dando, debe ser el primero en practicar una auto crítica. El técnico del Tri se mantuvo una buena parte del, hay que llamarlo de alguna manera, partido, anotando de aquí y de allá muchas ideas o quizá dudas o chance hasta poéticas formas (eso sí que es lo suyo) de frustraciones en muchas jugadas a medio hacer, o fallas en las pocas ocasiones en las que los nuestros se plantaron frente al arco rival chorreando remates y disparos.
Los negritos respondones
Sabedores que enfrente tendrían a una Selección Nacional parchada por las ausencias obligadas de los llamados europeos, pero finalmente Selección, algo que ellos no podían presumir desde el punto de vista del FUT, porque desde el lado de los pasaportes ahí sí no hay duda. Los de Senegal con cero presión sobre la espalda se encaran al tú por tú, dejando ver mal por ejemplo a Jurgen Damm, que pasa inédito a pesar del potencial de su capacidad para desbordar, pero que no hizo en toda la noche, o la absoluta falta de ubicación de Yasser Corona, que se equivoca en dos ocasiones regalando oportunidades a los africanos que no anotan por el talento sobrado de nuestro arquero nacional, J.J. Corona. Por ahí al arrancar el segundo tiempo en un contragolpe, los de Senegal vuelan una que era casi de zaguán abierto.
La Chunga
Contra lo que ocurre en otros muchos partidos “moleros” o por ahí llamados amistosos, en los que el juego se toma con seriedad solo en el primer tiempo para hacer la chunga y la fiestecita de muchos cambios conforme avanza la segunda parte, aquí la Chunga arranca desde el principio del partido, comenzando por el hecho de jugarse en una cancha de beisbol adaptada, al cancelarse desde el cojín de la Primera Base hasta el “Jom” y la línea de faul. Luego nuestros jugadores convocados a este Tri Molero salen a comerse la lumbre a puños, solo que esa lumbre no aparece por ningún lado. Un “once parchadón de jugadores que nunca se acoplaron a pesar de sí tener muchos intentos. La Chunga se completa cuando al silbatazo que marca el fin del primer tiempo, el marcador es de 0-0, favor el debilucho Senegal.
Banca en su equipo
Cándido Ramírez no desaprovecha la oportunidad haciendo en cinco minutos los desbordes que ni “Chucky” Lozano ni Damm hicieron.
El banca del Monterrey manda centro en su Segundo desborde apenas a los tres minutos de entrar, conectando con Jesús Dueñas que de tremendo cabezazo pone a gritar y festejar a los 72 minutos a los apenas 15 mil espectadores que pagaron sus 50 dolarotes.
Quince minutos después, se conectan dos del Pachuca, “Chucky” Lozano manda a Pizarro quien anota el segundo, el cual borra al menos en lo anímico la Chunga de partido que se dejaron ofrece la Promotora Sum y nuestros directivos, que tuvieron muchos meses como para buscar rivales de más nivel que este grupo de negritos entusiastas que portaron la camiseta de Senegal.
Se trata de nuestra selección nacional, señores, seriedad por favor, que de dólares son ustedes muy cobrones…
Así de fácil.