Penoso espectáculo

Nuevamente, los diputados federales protagonizaron un lamentable espectáculo en el Palacio Legislativo de San Lázaro, pero en esta ocasión, además del cruce de acusaciones, toma de tribuna, de las pancartas y de los abucheos, algunos legisladores estuvieron cerca de llegar a los golpes, o por lo menos eso pareció. El detonante del conflicto fue la reducción del IEPS, un reclamo de los partidos de oposición hacia Morena y sus aliados. Los momentos más tensos fueron el conato entre Mario Delgado y el priista René Juarez, coordinadores de sus partidos y los posteriores reclamos de Laura Rojas del PAN a Dolores Padierna cuando se decretó un receso ante la imposibilidad de continuar la discusión del paquete fiscal. Otro momento inexplicable lo protagonizaron los priistas, quienes ya se iban a salir de la sesión como forma de protesta, pero ya cuando iban de salida se dieron cuenta que no habían votado en contra del IEPS que era por lo que manifestaban su inconformidad. Así que tuvieron que regresar, votaron, y ahora sí se fueron, aunque al parecer son muy pocos como para que se notara todo ese contratiempo.

Rompen lanzas en el Tribunal Electoral

En donde continúa aumentando la tensión es en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pues el magistrado José Luis Vargas Valdez ya adelantó que presentará en las próximas semanas denuncias con elementos y pruebas que apuntan hacia irregularidades cometidas por Janine Otálora y pidió que se discuta en una sesión pública la permanencia de la magistrada en la Presidencia del Tribunal. Hasta el momento Otálora no respondió a este anuncio, aunque su último mensaje público dejaba entrever que busca mantenerse a toda costa en el mandato de 4 años. ¿A quién beneficia estos conflictos en los órganos autónomos?

Secuela futbolera

A quien el futbol le jugó una mala pasada (o eso dice) es al Senador perredista Juan Zepeda, quien pidió licencia a su cargo por tiempo indefinido después de someterse a una cirugía de rodilla previamente programada derivada de secuelas de su pasado futbolero (¿cuál?). Ahora sí, que el legislador podría, en el futuro, aplicar la clásica frase de deportista frustrado: ‘Yo iba a ser un extraordinario senador, pero me lastimé la rodilla’.