Políticos opacos
En las últimas semanas, gracias a las cámaras empresariales en Nuevo León, se ha logrado exponer con mayor intensidad el rápido incremento de la deuda pública estatal.
Poniéndolo en perspectiva, durante los cuatro años del gobierno de Rodrigo Medina, la deuda se ha cuadriplicado; hay que ver si rompe algún récord terminando su sexenio.
Lo más preocupante es que no queda claro que la deuda sea justificada, o si quiera vaya a proyectos productivos: tan solo en el 2012 se gastaron casi mil 300 millones de pesos en publicidad del gobierno estatal.
Alberto MoralesEn las últimas semanas, gracias a las cámaras empresariales en Nuevo León, se ha logrado exponer con mayor intensidad el rápido incremento de la deuda pública estatal.
Poniéndolo en perspectiva, durante los cuatro años del gobierno de Rodrigo Medina, la deuda se ha cuadriplicado; hay que ver si rompe algún récord terminando su sexenio.
Lo más preocupante es que no queda claro que la deuda sea justificada, o si quiera vaya a proyectos productivos: tan solo en el 2012 se gastaron casi mil 300 millones de pesos en publicidad del gobierno estatal.
Es verdad que la gente se ha empezado a despertar en el estado. Ejemplo de esto vemos el conducto para candidaturas independientes que promueve Vía Ciudadana. Pero a pesar de esto, no parece que deberíamos esperar un mejor manejo de los recursos en el futuro próximo.
Desde agosto del año pasado, en distintos lugares de Monterrey comencé a ver panorámicos con la imagen y el nombre en grande de Martín López.
Únicamente alcanzaba a visualizar la promoción de su cuenta de Twitter y que la publicidad era para el perfil de alguna revista, probablemente creada con el único propósito de dar a conocer a dicha persona.
A más de ocho meses de esto, todavía podemos ver panorámicos con su imagen, con la misma publicidad de su perfil en la revista (honestamente no me acuerdo del nombre de la publicación, curiosamente le dan tan poco énfasis para el fuerte gasto que hacen en publicidad).
Pareciera que esto forma parte de una astuta combinación legal y de mercadotecnia, con fines de promocionar al probable candidato del PAN para la alcaldía en las próximas elecciones del 2015.
Y ya no es solo él, ahora también parece que la senadora y líder de la CNOP, Cristina Díaz, quien busca ser la candidata del PRI para la gubernatura de Nuevo León, realiza la misma estrategia.
Es bien sabido que va en contra de los reglamentos comenzar una campaña publicitaria antes de tiempo; por tanto, los partidos políticos no podrían estar gastando fondos para fines publicitarios en este momento.
Sin embargo, viniendo de un medio de comunicación privado, es válido realizar entrevistas o un análisis de perfil en cualquier momento.
Siendo morboso parecería que están llevando a cabo una estrategia sencilla donde simplemente se fondea una publicación privada para poder darse a conocer antes de tiempo (y antes que el rival).
Sin romper con el reglamento electoral, candidatos de ambos partidos van en contra de la esencia de la ley: no promocionarse antes de tiempo.
Aunque sea imposible penalizarlos por la vía legal, por lo menos la ciudadanía debería de hacerlo.
Si antes de ser elegidos ya mostraron tener la habilidad y determinación para sacarle la vuelta a los reglamentos para un beneficio propio, ¿por qué no lo harían una vez electos?
Que no hayan roto los reglamentos por un tecnicismo es lo de menos; a ojos de la ciudadanía, esto es una falta de respeto y, más aun, queda claro que los mínimos estándares éticos no tienen cabida en la lucha por las candidaturas.
Si comúnmente se dice que la clase política en Nuevo León está muerta, no parece que vaya a revivir en las elecciones del 2015.