Esto de que Portugal es campeón de la Euro no es de que a usted le guste o de que a mí me guste, es el campeón de la Euro.
El futbol se gana con la única ley que debe regir, que son los goles.
Y si bien este equipo fue avaro, mezquino, un equipo que jugó desde el primer partido de la Euro, primero a no perder y ya en la desesperación a ver qué hacía, sin mucho sentido ofensivo, a pesar de Cristiano Ronaldo, lo que pasa es que nos queda solamente la imagen del golazo con el que gana el equipo de Portugal y ya, porque así es el deporte de simple, y al mismo tiempo complicado.
Pero hay que recordar que Portugal estaba eliminado cuando el 3-3 contra Hungría, y después califica de lágrima y luego los penales y luego el gol de último minuto y llegó así, muy avaro, muy mezquino a esta Gran Final.
No como una víctima segura, pero sí utilizó todos sus recursos para estar ahí. Cosa que no le ocurrió a España, que perdió la posibilidad de estar en aquel lado de la gráfica por sus propios errores, lo mismo podríamos decir de Inglaterra, y en el caso de Alemania, Italia y la propia Francia, que tenían que hacerse pedazos entre ellos, como ocurrió.
Para Francia, Francia tuvo todo, las oportunidades, todo mundo sentíamos ya viene el gol, y más tras le lesión de Cristiano Ronaldo, que supo capitalizar el equipo de Portugal, ¿en qué forma? “ya no tenemos a Ronaldo que nos presiona para que le demos todos los balones, ni que nos regañe”. Así están la cosas.
Y luego en la única jugada de gol, las únicas dos jugadas de gol que se dan con ese tiro al larguero y el regreso y el golazo y ¡PUM!, adiós Francia, víctima del viejo adagio que dice: “El que perdona pierde”, yo iría más allá, el futbol no es de decisiones, esto no es el box, se gana con goles.
Portugal pues, un campeón… campeón.
Así de fácil.