La polarización que ha generado entre las mujeres neloenesas la reciente reforma al artículo 1 de la Constitución local, que dio paso a la llamada Ley Antiaborto, ya ha sobrepasado los límites del respeto por las creencias particulares, y esta misma semana se vivió en el Legislativo un episodio que refleja lo lejos que han llegado las diferencias.
El pasado miércoles dos mujeres se enfrentaron verbalmente en el Congreso local, esto durante el evento Coloquio: La Agenda 2030: Retos para su Consecución desde el Legislativo, organizado por legisladoras estatales en donde, entre otras cosas, se presentó el estudio Acoso Sexual y Otras Formas de Violencia Sexual.
Una de las asistentes a este encuentro insistía en que se tocara el tema antiaborto y esto ocasionó que otras de las mujeres presentes levantara la voz para reclamarle y para defender su postura del respeto al derecho a la vida.
Lo más lamentable es que este choque ocurrió frente a Yeliz Osman, coordinadora del Programa Insignia de ONU Mujeres, de Violeta Zarco de UNODC, de Belén Sanz, representante de la ONU Mujeres México y de Annika Thunborg, embajadora de Suecia en México.
Las funcionarias se quedaron sorprendidas por la discusión y seguramente no salieron con la mejor imagen.
El suceso no es menor y es alarmante. No es la primera vez que esta Ley ocasiona serios disturbios, basta con recordar las pintas que realizaron en iglesias y en la oficina móvil de la diputada de Movimiento Ciudadano, Karina Barrón. ¿Qué sigue?
Pleito entre ricos
Un juez de Control vinculó el día de ayer a proceso al empresario Javier Balli Martínez, dueño de la constructora Dycusa, una de las más importantes de Nuevo León por el probable delito de difamación en contra del desarrollador Federico “Pico” Zambrano.
El conflicto entre estos dos hombres de negocios del estado norteño surgió después que se asociaran para construir el desarrollo Ysabella en San Pedro Garza García.
Ambos terminaron enfrentados y Balli denunció ante la Sociedad Hipotecaria Federal a Zambrano por incumplimientos en dicha obra, es decir, que sostiene que aún se le debe dinero. Esta denuncia llegó justo en uno de los momentos más delicados para Federico, quien estaba enfrentando una suspensión de obra del desarrollo Vía Norte en San Nicolás, un proceso que continúa abierto. Además de defenderse de esta acusación del dueño de Dycusa, el desarrollador contraatacó y presentó una denuncia por difamación en Nuevo León, misma que terminó con la apertura de una carpeta de investigación y la vinculación a proceso de Ballis.
Seguramente este conflicto aún tiene mucha cuerda.
