S.O.S.
Suenan las alarmas en el PRI nacional. Dos gobernadores prófugos -los dos de apellido Duarte- en nada ayudan a la contienda electoral que se avecina y la respuesta que tengan ante esta situación de emergencia demostrará de qué está hecho el líder nacional, Enrique Ochoa Reza, y también de qué está hecho el tricolor como institución.
Habrá que estar atentos a los siguientes días a las respuestas y a las acciones de los priistas, porque no la tienen fácil.
Cuestión de esperar
Redes de PoderSuenan las alarmas en el PRI nacional. Dos gobernadores prófugos -los dos de apellido Duarte- en nada ayudan a la contienda electoral que se avecina y la respuesta que tengan ante esta situación de emergencia demostrará de qué está hecho el líder nacional, Enrique Ochoa Reza, y también de qué está hecho el tricolor como institución.
Habrá que estar atentos a los siguientes días a las respuestas y a las acciones de los priistas, porque no la tienen fácil.
Cuestión de esperar
Doce senadores del PRD anunciaron ayer que se salen de la bancada del sol azteca y formarán un bloque parlamentario de izquierda. El hecho demuestra lo que aquí le hemos venido diciendo desde hace muchos meses: el PRD está en sus estertores. Pero, espere, estimado lector, estos 12 senadores pronto sentirán las consecuencias de su decisión, y sí, si lo pensó usted bien acertó, la consecuencia inmediata es que al salirse de la bancada habrá menos dinero y también deberá haber menos representación en las comisiones, que a su vez significa menos dinero también. Así que solo es cuestión de tiempo para que lo resientan.
A defender
Alejandro Encinas y Porfirio Muñoz Ledo pidieron a los ciudadanos defender la Constitución de la Ciudad de México que ha sido víctima de denuncias, críticas y hasta un juicio de inconstitucionalidad. Y bien por ellos, porque fueron los que la hicieron, pero qué difícil que ahora sean los ciudadanos quienes confían en que haya especialistas en esos temas los que ahora tengan que defender lo que hasta juristas internacionales han condenado. Pero, bueno, pues quien quiera defenderla que la defienda.