Como adelantamos ayer en esta columna, Mario Alberto Garza, consejero presidente de la Comisión Estatal Electoral, registrará hoy su candidatura para contender por la Rectoría de la UANL.
Garza es el candidato “independiente”, que tiene la bendición de Jaime Rodríguez, “El Bronco”, para entrar a la contienda para relevar a Jesús Áncer.
Garza es impulsado por el grupo de la Facultad de Leyes, que históricamente siempre ha estado marginado de la elección del nuevo rector.
Muy rápido el titular de la CEE pretende cobrar los favores que hizo como fue ignorar las denuncias que hubo en contra de Rodríguez por los topes de campaña.
Hay que aclarar que en la UANL no está en disputa la Rectoría.
Esa será para Rogelio “El Ranchero” Garza, secretario general de la Universidad, que ayer registró su candidatura ante la Junta de Gobierno.
“El Ranchero”, exdirector de FIME y cercano de José Antonio González “El Tigre Toño”, le corresponde ocupar la oficina del octavo piso.
El cargo universitario que sí está en pugna entre los grupos de poder de la UANL es la secretaría general, un puesto que es la antesala históricamente para saltar a la rectoría.
Es aquí donde aparecen personajes como Reyes Tamez Guerra, el mismo rector Jesús Áncer y como adelantamos ayer en esta columna el grupo de la Facultad de Leyes.
No hay hasta este momento una definición sobre quién será el número 2 que acompañará a Garza en su gestión.
El actual rector, Jesús Áncer, promueve para este cargo a Santos Guzmán, director de la Facultad de Medicina.
Reyes Tamez por su parte impulsa para la general a Juan Manuel Alcocer, secretario académico y exdirector de la Facultad de Biología.
La negociación por este cargo en la UANL se complicará con el registro de Mario Alberto Garza, consejero presidente de la Comisión Estatal Electoral y que es impulsado por el grupo de la Facultad de Leyes.
Bueno por una parte porque Helio Ayala, exdirector de la Facultad de Leyes y cercano al exgobernador Fernando Elizondo, hasta ayer continuaba analizando si se presentaba hoy ante la Junta de Gobierno.
La nómina de Margarita
Tarde la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, está aprendiendo que en la política la lealtad dura lo que dura la nómina.
Es el caso de los panistas Marcos Mendoza y Gregorio Hurtado, excolaboradores de Arellanes en la administración regia, que hoy apoyan abiertamente a Mauro Guerra para la dirigencia estatal.
Como publicamos ayer en esta columna, Mauro se ha convertido en el principal enemigo de Arellanes en el PAN de Nuevo León.
“Mauris”, como se refirió Margarita al chico del senador Raúl Gracia, se la pasa acusando a la edil regia de la debacle electoral del PAN de hace dos meses.
Pero durante los dos años en que Marcos y Goyo cobraron sus quincenas en el municipio regio, Margarita era la mejor panista de Nuevo León. Era única.
Hoy Marcos y Goyo no sólo se callan cuando Mauro ataca a Arellanes, sino que alientan las críticas contra su antigua jefa.