Alguien diría que es un victoria pírrica, pero habría que verla en el contexto de la situación, habíamos arrancado con mucho optimismo el hexagonal final, después de pasarles por arriba a todos en el cuadrangular previo y por si fuera poco colgarnos la medalla de oro olímpica en aquella jornada histórica en Londres 2012. Sin embargo el 2013 arrancó con empates y estos que representan por un lado no perder también implican no ganar y los puntos se nos fueron como agua entre las manos, así que el margen para el error, como venimos comentando, se ha reducido al mínimo y con esta presión añadida se toma esta gira por el Caribe para regresar al Azteca con tres partidos fundamentales en una semana que marcaran sin duda el derrotero de esta eliminatoria.
Tampoco estaban asustados
En el vuelo de ida de Houston a Kingston el sentir era con tensión pero al mismo tiempo seguridad y lo más importante es que en cada uno de nuestros jugadores se refleja la ansiedad y el deseo de jugar aunque sea un ratito, ahí es en donde la disciplina de grupo interviene, finalmente con el resultado ante Jamaica la presión en cada uno de ellos se deja escapar y hoy hay más confianza que se traducirá en asumir responsabilidades en la cancha y hasta cierto punto los riesgos que no se tomaron ante el equipo de Jamaica para este viernes en la noche en el estadio Nacional de Panamá en donde…
Las condiciones cambiarán
Y mucho, porque si nos sorprendió en Jamaica la apatía y hasta indiferencia del público de los “Reggae Boys”, mientras que por las calles en muy pocos lugares se vendían banderitas o camisetas para la ocasión y jamás fuimos cuestionados ni para hacernos una broma, tema que nos sorprende muchísimo comparado con otras visitas a Kingston en donde había que estar con la guardia de boxeador bien puesta por si sucedía algo, esto sin embargo ha cambiado diametralmente desde la llegada a Panamá, con un público identificado con su equipo y sabedor que hasta el día de ayer marcaban el liderato del grupo de forma sorprendente, encima de Estados Unidos y nosotros los grandes favoritos para marcar diferencia, de ahí que las 30 mil entradas en el estadio están vendidas con mucha anticipación, se colocó una guardia especial de seguridad al autobús y a nuestra Selección Nacional, no porque vayan a ser agredidos, pero más vale prevenir que lamentar y aquí sí, los taxistas, los meseros, las recepcionistas del hotel están involucrados en el partido, a tal grado que empiezan las bromas, por ahí alguien me lanzó una apuesta y le dije:
‘Depende a quién pongan de pitcher’
Me decían unos, pero no es beisbol y les respondía de botepronto, pero eso es lo que ustedes juegan, “ya no más”, me decían bromeando y al final les decía: “pues llamen a Marianito Rivera el cerrador para que cuide su portería” y con este juego de palabras y bromas nos vamos haciendo parte del ambiente que se va a vivir en el estadio Nacional que de entrada es muy diferente al de Kingston en donde de la tribuna se baja al velódromo, luego a la extraordinaria pista de tartán y después el campo de futbol, aquí en Panamá es diferente, la gente va apretar desde el principio y los panameños se subliman al calor de su público, por esta razón me decía el “Flaco” Tena…
¡Que no nos sorprendan!
Esta fue la consigna en el vestidor para el equipo mexicano antes de saltar a la cancha en Kingston y por esto la precaución con la que se manejaron en esa primera parte tan tensa en donde se trataba de jugar el balón por abajo y en muchas ocasiones con tanta perfección que terminábamos por perderlo, hasta que vino la jugada futbolera del partido, en el centro de Salcido, el remate de Aldo De Nigris y lo demás es historia. Hoy seguramente la instrucción será la misma, ¡que no nos sorprendan¡ principalmente de inicio y así empezar a manejar el flujo del partido para darnos cuenta en donde estamos parados, porque efectivamente los panameños hoy…
Se sienten Tarzán y lo que le sigue
Y no es para menos, después de tres fechas ellos eran líderes en el hexagonal, aunque ahora nosotros tenemos la oportunidad de cambiar esto y perfilar nuestra calificación al Mundial que al fin y al cabo ese es el objetivo.
Así las cosas pues, desde hoy les digo, olvídense del tru-tru y el futbol exquisito, así como en Jamaica había que ganar como fuera, aquí en Panamá la consigna es la misma, ganar como sea y que no nos sorprendan… Así de fácil.