“Queremos a Chong, queremos a Chong”

Que se recuerde, ningún secretario de Gobernación se había atrevido a salir a dialogar con miles de manifestantes, tal y como lo hizo ayer el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con miles de estudiantes politécnicos.

Habrá que reconocer que el de Osorio Chong, además de un acto audaz también fue un acto valiente, porque nunca se puede saber cómo habrán de reaccionar los estudiantes en una manifestación.

Es cosa nada más de recordar lo que le pasó a Luis Echeverría Álvarez cuando, ya como presidente, se le ocurrió asistir a un evento en la Universidad Autónoma Nacional de México.

O lo que le pasó a Javier Usabiaga cuando en el 2001 se le ocurrió salir a la glorieta de Chilpancingo a dialogar con los campesinos. 

El secretario de Agricultura tuvo que irse corriendo porque por poco lo linchan. 

Afortunadamente, el secretario Osorio Chong manejó con tal destreza la situación, que más que secretario de Gobernación parecía un líder estudiantil.

¿Habremos visto el destape de “Chong para presidente”?

Por los cuernos

Por si todavía lo duda alguien, el presidente Peña Nieto está decidido a hacer las cosas de una manera muy diferente a lo que solía hacer Felipe Calderón respecto al respeto a los derechos humanos. 

Y es que en lugar de tratar de taparle el ojo al macho, se decidió por agarrar al toro por los cuernos. 

El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, anuncio ayer la consignación de tres militares por el homicidio de 22 personas que Tlatlaya.

También serán juzgados los otros militares que participaron en el lamentable suceso. 

Pésele a quien le pese, no sucedió lo mismo cuando Jorge Antonio Mercado Alonso y Francisco Arredondo Verdugo, estudiantes del Tecnológico de Monterrey, también fueron acribillados por militares.

Sin embargo, parecería injusto, que mientras a unos se les sujeta a proceso, a otros no les pase nada. 

Habría que ver, por ejemplo, quién fue el responsable de redactar aquel comunicado del Ejército en el que se dijo que en Tlatlaya todo había sido el producto de un enfrentamiento.

Se va, pero no se va

En lo que ha sido calificado por algunos panistas notables como una maniobra sucia e inmoral, Gustavo Madero presentó su solicitud de licencia para dejar de ser, temporal y aparentemente, el presidente del PAN.