Quo vadis
El mundo creyente, como también el que no, se quedó perplejo ante la inusitada renuncia del todavía Papa Benedicto XVI.
Y es que toda vez que después de casi 600 años que no ocurría un fenómeno igual, es lógico que la decisión sorprendiera a medio mundo.
Redes de PoderEl mundo creyente, como también el que no, se quedó perplejo ante la inusitada renuncia del todavía Papa Benedicto XVI.
Y es que toda vez que después de casi 600 años que no ocurría un fenómeno igual, es lógico que la decisión sorprendiera a medio mundo.
Ahora que, una vez aclarado el punto que la renuncia se trató de un asunto entre Dios y el Papa, lo que sigue es el análisis de las intrigas mundanas de los príncipes de la Iglesia.
Se estima que Benedicto XVI, que no es ningún ingenuo en materia del gobierno de la Iglesia, no tendrá ningún problema para que su sucesor sea alguien afín a su línea de pensamiento por dos simples razones:
La primera, porque de los 118 cardenales que participarán en el colegio cardenalicio, 68 fueron nombrados por Ratzinger, además que una buena parte de los 50 restantes están con él.
Y en segundo lugar, porque siendo Papa todavía, Benedicto XVI sigue teniendo línea directa con el Espíritu Santo, quien en última instancia es el que tendría el poder suficiente para darle una voltereta a la elección.
Si todo resulta como parece, habrá qué observar la siguiente jugada del “Quo Vadis” de Joseph Ratzinger en este encuentro entre “Ángeles y Demonios”.
Busca pleitos
La fortuna del Colegio Cardenalicio, es que aunque en la Capilla Sixtina también hay necesidad de contar voto por voto, así como de hacer alianzas y contra alianzas, gracias a Dios, no hay un IFE.
Y mucho menos un consejero presidente como Leonardo Valdés Zurita, que como una muestra de su “imparcialidad democrática”, les recomendó a los perredistas que se ahorren la molestia de pedir su remoción, porque no piensa reelegirse.
¿Qué no sería mejor que en lugar que el árbitro siguiera de busca pleitos, se animara a hacer lo que hizo Sergio García Ramírez?
Golpes de pecho
Con la novedad de que hasta que se fue Felipe Calderón los dirigentes panistas se empiezan a dar cuenta de que en México cada mes mueren miles por la guerra de Calderón.
Por lo que ahora, con la idea de fastidiar a Peña Nieto, los azules señalan que en lo que va del sexenio ya van más de 2 mil muertos que se deben de cargar a la cuenta del mexiquense.
Lo que les faltó decir a los panistas es que a Peña Nieto todavía le faltan unos 98 mil ejecutados y 20 mil desparecidos, para igualar a Felipe Calderón.