MANUEL NEUER es colocado al lado de CRISTIANO y MESSI en la terna final por el Balón de Oro.
Ya va en desventaja en algo similar a lo ocurrido hace uno años con FRANCK RIBERY, y peor aún en el 2010 con IKER CASILLAS.
La cargada, los medios, la mercadotécnica apunta, apoya y prefiere a los goleadores, esa casta divina que define partidos y títulos sin que sus fallas importen nada, algo similar a lo que nos ocurre en MÉXICO cuando por default damos a HUGO como nuestro mejor jugador de todos los tiempos.
Comparaciones en desventaja
Para la gran mayoría no hay cuestión, HUGO es el mejor jugador mexicano de todos los tiempos, ahí están sus números. Para mí, RAFA MÁRQUEZ tiene esos mismo méritos y quizá más, sus números lo avalan, solo que RAFA se desempeña en una posición poco mediática, pocos reflectores de esos que siempre apuntan al área, a la zona de los goles, de la adrenalina, la que provoca más venta de camisetas, más anuncios comerciales, en el fut goles son amores y no buenas razones.
Injustas pues estas comparaciones, algo similar al BALÓN DE ORO en EUROPA, que pone porteros o defensas o creativos al lado de los súper goleadores solo para rellenar, comparaciones que son de origen chocantes.
Pistolas contra resorteras
Una discusión que siempre me ha gustado, no por el único fin de polemizar sino por lo que deriva e implica, es cuando pregunto si realmente HUGO SÁNCHEZ, cinco veces ganador del PICHICHI al máximo goleador en la Liga de ESPAÑA, es el mejor jugador mexicano de la historia. Creo que 9 de 10 así lo piensan por default, sin embargo MÁRQUEZ ha tenido méritos tan o más destacados que el Pentapichichi, solo que Rafa no mete goles, no es su función principal, no es hombre de área, muchas veces hace el trabajo callado, el que no luce, el que no tiene tantos reflectores, el que no se ve salvo cuando saca una de la línea de meta.
Comparar pues las brillantes trayectorias de RAFA y HUGO es complicado precisamente por las funciones que ambos realizaron, Rafa todavía está en activo, sobre el terreno de juego, de HUGO nos acordamos y revivimos cada que hay oportunidad sus sensacionales goles y golazos.
La “HUGUIÑA”, los de media tijera, los de oportunidad, los que hizo en el filo del área, aquellos dos tan similares contra LAVOLPE en México, en abril de 1988 hace aquel portento de gol con el MADRID ante el Logroñes cuando recibe un pase de Martín VÁZQUEZ a media altura, un poco atrasado, HUGO se tira esa “media chilena” y manda el balón al fondo de la red.
Que cambien las reglas
LEO BENHAKEER, uno de los más grandes técnicos y filósofos del futbol, entonces al frente del REAL MADRID, comentó alguna vez que después de ver ese gol, palabras más, palabras menos su propuesta es un cambio de reglas:
“Cuando se da un gol como este habría que detener el partido, darlo por terminado, todos a las regaderas, no puede haber más…”
El propio HUGO lo considera su mejor gol de sus muchos con los que se mantuvo por más de una década, como uno de los mejores del planeta. Quizá se hubiera llevado el Balón de ORO, estoy seguro que sí, solo que en aquellos años ese premio era exclusivo para los nacidos en Europa.
Rafa Márquez, el mandón
En contraparte, de RAFA nos acordamos siempre de su oficio para mandar sobre la cancha, para salir desde su propia área con balón controlado, de su oficio para leer los partidos y acomodar con voz de mando fuerte a sus compañeros, de su capacidad para recuperar balones y salir jugando entregando con acierto a algún compañero, de su capacidad para incorporarse acompañando la jugada, en ocasiones disparando a gol, y correr de regreso a reubicarse en sus labores defensivas.
¿Sus goles? Los portentos de tiro libre o aquellos de cabeza viniendo de atrás en los córners o jugadas a balón parado, el gol en RAFA es una consecuencia de las jugadas que acompaña, en el caso de HUGO, su hábitat natural.
¿Entonces?
A propósito no quiero poner cifras porque en el lado de los títulos RAFA aplastaría a HUGO en logros más allá de España, logrando con el BARCELONA las Champions y la COPA DE CLUBES que Hugo nunca pudo alzar. Hugo en cambio habló siempre con goles, el objetivo primario del futbol, RAFA privilegió siempre y sin el egoísmo natural del delantero al trabajo colectivo que es la escencia del futbol.
Así las cosas pues, la candidatura “nacida para perder” de arquero NEUER me trae nuevamente el poner en la mesa esa discusión acerca del mejor jugador mexicano para demostrame que en esto y en el Balón de ORO al final, en condiciones de méritos iguales, cada quién en su especialidad, gana la pasión que lo vuelve subjetivo…. Así de fácil.
