El secretario de Salud de Nuevo León, Manuel de la O Cavazos, informó que a partir del próximo lunes se suspenderán conciertos, antros, bares, cantinas, quintas, billares y graduaciones, parques públicos y privados, como restricciones por el aumento de contagios de COVID-19 en la entidad.
Pero el funcionario no midió con la misma vara de restricciones a los estadios de fútbol de Tigres y Rayados, operados por Cemex y Femsa, respectivamente.
En Nuevo León existen privilegios, sin duda. Y para muestra, la forma en que se culpa a los ciudadanos, sobre todo a los jóvenes, de este aumento de contagios por COVID-19. La verdad es que el principal responsable es Manuel de la O, quien no ha tenido la capacidad ni ha estado a la altura para afrontar el reto de la pandemia.
“Ya me he cansado de mil maneras de decírselos, por la buena, por favor”, señaló molesto el funcionario porque no siguen sus indicaciones.
Habrá que recordarle que la ciudadanía también está cansada de que no sea transparente el gasto millonario para atender esta pandemia, de que sea omiso y ahí están las observaciones de los testigos sociales.
Pugna en la UANL
En la Facultad de Comunicación de la UANL empezó una lucha para tener el control y, nos dicen, la próxima semana arreciará esta pugna.
El exrector, José Antonio González, empieza a moverse para que su hermana, Margarita Emilia González Treviño, ocupe la dirección, que hoy está en la figura de Moncerrat Arango.
Pero, por otro lado, Iñaki Alzugaray, exjefe de prensa de Francisco Cienfuegos, también busca este espacio, aunque de inicio no parte con tantas posibilidades.
Resulta que Iñaki comenzó hace días una campaña interna para desprestigiar a Margarita González con la finalidad de influir en la designación del próximo director de la facultad, que podría darse, nos indican, en el mes de octubre.
También se habla de Héctor Alvarado, quien actualmente es el director de Comunicación Social de la UANL.
Nos dicen que Santos Guzmán, rector electo, tendrá la decisión final en sus manos, para darle a esta institución un director formal, el cual no ha tenido en al menos seis años por las grillas internas.