Redes de Poder
“A diferencia de 2005, a Peña Nieto ya no le molesta que lo tachen de gastalón. Lo que sí parece seguirle disgustando son los reporteros. Además, sus asesores saben que habla del mismo modo en que vive —en un mundo de frivolidad— y, ahora que arrasa en las encuestas, quieren cuidarlo. Para eso condenan a los reporteros a estar lejos del templete.
Indigo Staff“A diferencia de 2005, a Peña Nieto ya no le molesta que lo tachen de gastalón. Lo que sí parece seguirle disgustando son los reporteros. Además, sus asesores saben que habla del mismo modo en que vive —en un mundo de frivolidad— y, ahora que arrasa en las encuestas, quieren cuidarlo. Para eso condenan a los reporteros a estar lejos del templete. Para eso el candidato tiene contratados a fotógrafos multipremiados que evitan sacarle las patas de gallo cuando sonríe, además de un grupo de camarógrafos y twitteros cuya misión es ‘mostrar el lado humano’ de Peña Nieto”.
El texto del periodista Alejandro Almazán es de lo mejor. Impecable e implacable en lo que titular “Viñetas de Campaña: Peña Nieto” (http://goo.gl/cMgUP).
La curiosidad es que la crónica con opinión es difundida por Notimex, la llamada Agencia de Noticias del Estado Mexicano.
Bien por la libertad de expresión…, ¿pero le aplicarán la misma dosis de realidad a las reseñas de Josefina Vázquez Mota, López Obrador o Quadri?
¿Corresponde a una agencia del Estado Mexicano, que se cubre con nuestros impuestos, difundir opiniones a favor o en contra de los candidatos presidenciales? Es pregunta.
Donde Peña se atora
Cuando Enrique Peña Nieto compareció este lunes en el programa de CNN, dos temas lo hicieron pasar aceite. Y se notó.
Uno, el caso de la pequeña Paulette. Como que el sensible asunto de la muerte inexplicable de la menor todavía no es asimilado en el rostro del candidato tricolor.
Y dos, su relación con Carlos Salinas de Gortari. Por más que pretenda deslindarse del ex presidente diciendo que no tiene relación alguna, sus expresiones lo delatan.
Ay, Fernando, no te rajes
Algo está sucediendo en el horizonte electoral de Jalisco que el panista Fernando Guzmán se está topando con pared.
Será por su filiación tan estrecha al llamado Yunque o que vivió algún desencuentro con el inquilino de Los Pinos, el hecho es que el candidato azul no parece traerlas todas consigo.
Sobre todo cuando un nutrido bloque de empresarios tapatíos se sientenmás cómodos con Enrique Alfaro, del Movimiento Ciudadano.
Ahí podría ubicarse el silencio atípico del gobernador Emilio González Márquez, quien contra su costumbre está agachado, como esperando que amaine el temporal.
Dicen los que saben que las presiones desde la casa presidencial para despejarle el camino al ex alcalde de Tlajomulco por encima de quien fuera su secretario de Gobierno, esas sí no le valen madre.
Y en un descuido, la embajada exprés a España para Francisco Ramírez Acuña algo tendría que ver con el jaloneo entre Guzmán y Alfaro.
El ex gobernador jalisciense y destapador oficial de Felipe Calderón podría haber sido obligado a salir de los juegos sucesorios, el estatal y el nacional, para no poner en riesgo alguna negociación. Eso dicen.
No le ayudan a “La Jefa”
Un aspecto más de la desorganización de la campaña de Josefina Vázquez Mota es el encargado de la agenda de la candidata.
Algunos integrantes de los comités de apoyo han realizado labores de relaciones públicas para acercarle a “La Jefa” a líderes, empresarios, sindicalistas, artistas, entre otros.
El problema aparece cuando Roberto Lomelí, responsable de la agenda, no les da cita o va posponiendo las reuniones, que por lo general nunca se concretan.
Hay casos de personajes que están esperando más de dos meses y no consiguen la audiencia prometida.
Muchos ya cansados están tocando otras puertas. ¿Adivine donde sí los están atendiendo?