Redes de poder: Alianzas frágiles en el Tribunal Electoral
La “rebelión” en la Sala Superior del Tribunal Electoral ha dejado en una posición muy comprometida al órgano autónomo, a todos los magistrados, no solo a José Luis Vargas. La posición de Vargas como presidente es insostenible, con el rechazo de la mayoría, pero la forma en se “eligió” a Reyes Mondragón, paradójicamente, también lo […]
Redes de PoderLa “rebelión” en la Sala Superior del Tribunal Electoral ha dejado en una posición muy comprometida al órgano autónomo, a todos los magistrados, no solo a José Luis Vargas. La posición de Vargas como presidente es insostenible, con el rechazo de la mayoría, pero la forma en se “eligió” a Reyes Mondragón, paradójicamente, también lo dejaría fuera de una presidencia consensuada, no solo entre los magistrados, sino también entre algunos personajes externos. Es por eso que todos los miembros del pleno han comenzado la búsqueda de alianzas políticas y acercamientos con actores de peso en el Legislativo y en el Judicial, incluso buscando una vía al primer círculo del presidente López Obrador. Las negociaciones no son ya solo por la presidencia o el control del Tribunal Electoral, sino por su propia supervivencia, y las alianzas, nos dicen, son cada vez más frágiles.
Reforma a la vista
Si desde el Senado de la República ya se había comenzado a hablar, aún en términos informales, sobre una reforma al Tribunal Electoral de la Federación, la crisis institucional que hoy se vive, podría acelerarla, sobre todo si los magistrados siguen sin llegar a un acuerdo a través del diálogo de manera urgente. Aunque no se vislumbra que pueda haber condiciones para convocar a un extraordinario en el Senado para tratar la problemática en el Tribunal, la posibilidad de una amplia reforma se abre para el inicio de la próxima Legislatura. El alcance y la profundidad de la misma también podrían depender de un acuerdo con los magistrados, o al menos con algunos de ellos, para la transición. Atentos.
Piso parejo
Los aspirantes a la dirigencia nacional del PAN Adriana Dávila y Gerardo Priego exigieron que el actual presidente azul, Marko Cortés, presente su renuncia o solicite licencia, si pretende reelegirse, pues, acusan, el Comité Ejecutivo Nacional y los órganos partidistas están a su servicio en el proceso de renovación. Estatutariamente, Marko no está obligado a separarse del cargo para contender, pero, ¿no debería ser el primero en pedir y propiciar el piso parejo?, ¿ya no se acuerda cómo accedió al cargo?