Redes de poder: Attolini, el ‘Boric coahuilense’
Vaya “volada” de Antonio Attolini, quien ya anda promoviéndose de manera desmedida, por decir lo menos, en un medio del cual es muy cercano, pues no se puede entender de otra forma la publicación en redes sociales en donde se cuestiona si después de la victoria de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales en Chile, […]
Redes de PoderVaya “volada” de Antonio Attolini, quien ya anda promoviéndose de manera desmedida, por decir lo menos, en un medio del cual es muy cercano, pues no se puede entender de otra forma la publicación en redes sociales en donde se cuestiona si después de la victoria de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales en Chile, no podría ser el propio Attolini el próximo “líder estudiantil” en gobernar su país. Eso sí, de inmediato hubo quien lo puso en su lugar, recordando la traición al movimiento #YoSoy132. Y eso por no mencionar su fracaso electoral en la búsqueda de una diputación federal o su fallida candidatura para llegar a la dirigencia de Morena, una aspiración que nadie se tomó en serio. Entre Boric y Attolini, ni punto de comparación.
Giovani y la sombra de Toledo
Quien debe estar más que preocupado, nos comentan, es Giovani Gutierrez, alcalde multipartidista de Coyoacán, tras el anuncio del Gobierno federal respecto a la próxima resolución de la solicitud de extradición en contra del exdiputado federal petista, y quien también fue delegado en Coyoacán, Mauricio Toledo. Hay que recordar que el nombre del hoy edil de Coyoacán ha sido recurrente en diversas investigaciones en torno a los manejos financieros irregulares en la administración de Toledo. Habrá que esperar para ver hasta donde se extiende la investigación en torno al exdelegado.
¿Pero qué necesidad?
En donde de plano no dan una es en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues sus métodos dejan mucho, pero mucho qué desear. Resulta, nos comentan, que para desahogar las controversias y denuncias de exempleados, el órgano que encabeza Rosario Piedra publica edictos para realizar los citatorios, pero no se pone en contacto con la contraparte ni con sus abogados con el fin de que los interesados no se enteren, una táctica, por otra parte, nada efectiva, y que, en cambio, los retrata de cuerpo entero.