Redes de poder: El peso de Morón
Todo parece indicar que una vez con la gubernatura bajo el brazo las cosas no andan bien entre Raúl Morón y Alfredo Ramírez Bedolla. Pasa la elección y Raúl Morón, a quien el INE bajó de la candidatura, resulta que quiere todo. Quiere acomodar a su gente en puestos administrativos y en la Secretaría de […]
Redes de PoderTodo parece indicar que una vez con la gubernatura bajo el brazo las cosas no andan bien entre Raúl Morón y Alfredo Ramírez Bedolla. Pasa la elección y Raúl Morón, a quien el INE bajó de la candidatura, resulta que quiere todo. Quiere acomodar a su gente en puestos administrativos y en la Secretaría de Gobierno. Pero ya están viendo la manera de decirle que cierre la puerta por fuera. En diálogo franco el gobernador electo le deberá decir que no a muchas cosas porque Alfredo Ramírez está en su momento de conseguir el control de Morena en la entidad, que Morón ahora detenta, apenitas. Hay dos puntos en desacuerdo bastante evidentes: el combate frontal y la exhibición pública de la actual administración y una decisión tomada de poner a un secretario de Seguridad llegado desde la capital, enviado por AMLO.
Los que quieren y los que no
Quizá de forma muy prematura, pero desde Palacio Nacional siguen alentando la discusión de la sucesión para 2024, y mientras el canciller Marcelo Ebrard ya se apuntó públicamente (respaldado además por el presidente), otros de plano se autodescartan, como la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien dijo que al terminar su encargo se jubilará; cierto, no dijo que esto sería hasta 2024, cuando termine el sexenio, pero como ella misma dijo, parece que habrá secretaria para rato.
Mier se ve ratificado
El que dicen que anda de muy buen humor es el diputado Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados. Y es que, nos dicen, el legislador ve muchas posibilidades de ser ratificado en la coordinación para la próxima Legislatura; esto sería porque el partido estaría privilegiando la negociación con otras fuerzas políticas ante la dificultad de alcanzar la mayoría que les permita realizar reformas constitucionales, un perfil que, nos dicen, no ven en otros aspirantes de corte más radical. Ahora, Mier tampoco puede cantar victoria, porque en una de esas llega la indicación de que todo se defina por encuestas, sí, como las que se hicieron para definir candidaturas y que pocos realmente conocieron.