Mal, muy mal está tomando la dirigencia nacional de Morena el no haber logrado pasar la Reforma Eléctrica, pero eso no justifica que, actuando desde el rencor, quieran exhibir a los legisladores de Va por México que votaron en contra de la iniciativa, lo que los pone incluso en peligro ante los seguidores más radicalizados de Morena. Muy mal por parte de Mario Delgado y de Citlalli Hernández que promueven esta “cacería”. No creo que a los guindas les gustaría, por ejemplo, que se les exhiba, con foto, nombre y apellido, como responsables, en parte, de la ola de violencia feminicida en el país, y como los diputados (Delgado Carrillo incluido) no hicieron nada, y al contrario, quitaron recursos desde la Cámara baja para, por ejemplo, los refugios para mujeres.
Las dudas de los aliados
Aunque después del revés que significó el freno a la Reforma Eléctrica el presidente López Obrador aseguró que sus iniciativas para una Reforma Electoral y de la Guardia Nacional siguen en pie, lo cierto es que al menos en San Lázaro hay muchas dudas sobre cómo operar en caso de que se presenten las propuestas presidenciales. Ya no solamente se trata de intentar sumar votos de la oposición, una misión que ya falló en la Reforma Eléctrica, sino ahora también habría que hacer labor de convencimiento entre los propios aliados, pues ni el PVEM ni el PT están realmente convencidos de aprobar una reforma, la electoral, que podría afectarlos directamente al reducir su número de representantes legislativos, y sobre todo, quitarles presupuesto.
Cuéllar y sus incómodos familiares
Ya no solo se trata del caso de Antonio Flores Sánchez, yerno “incómodo” de la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, quien se ostenta como enlace de la mandataria y con poder de decisión sobre las compras y licitaciones estatales, sino que ahora a la morenista también le está saltando el caso de su cuñado, Raymundo Vázquez Conchas, regidor del cabildo del ayuntamiento de Tlaxcala, quien está en el punto de mira por señalamientos de violencia política en contra de la secretaria municipal, Katy Valenzuela, y de la síndico Rosalba Salas Jaramillo. Lo peor, nos dicen, es que la gobernadora incluso estaría presionando para que su cuñado salga impune. Todo queda en familia.