La diputada local de Movimiento Ciudadano, Sandra Pámanes, fue la única legisladora de esta bancada que atendió a vecinos del sur de Monterrey, quienes se han manifestado en contra del proyecto elevado de la Línea 5 del Metro.
Sin duda, fue un acto de solidaridad de Sandra, quien parece entender la inquietud de los ciudadanos. Pero no así sus compañeros, Eduardo Gaona, Iraís Reyes, Tabita Ortiz o Brenda Sánchez, quienes llegaron por la vía de representación proporcional en distritos de Monterrey y simplemente se escondieron. No han querido saber nada de este tema.
Y aunque se dice que es un “movimiento ciudadano”, para fines prácticos, en el tema del Metro esa vocación política no ha quedado muy bien defendida.
Reyes y Sánchez han actuado por la vía libre en el tema de la reforma electoral en el que exigen la paridad total, a pesar de que el gobernador Samuel García “dictó línea” para avalar estos cambios sin hacer polémica, pero en el asunto del Metro no han emitido ningún posicionamiento.
Más allá de que hoy MC gobierna, las legisladoras se deben a los ciudadanos. Y a pesar de no haber ganado en sus distritos, sí obtuvieron los votos suficientes para llegar a la curul y tendrían que, al menos, tener la cortesía de escuchar a los vecinos.
Un acueducto viable
El director del Sistema de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, tendría que adaptarse a las recomendaciones que establece el Plan Hídrico 2050 de Nuevo León y el tiempo ya corre en su contra, por lo que en la dependencia debería haber mayor celeridad.
Entre los lineamientos está construir un segundo acueducto en la Presa El Cuchillo para abastecer de agua a la Zona Metropolitana de Monterrey, ya que, como bien dice Barragán existe una capacidad para almacenar el líquido para dos años.
Esto sería mucho más recomendable que pensar, en primer lugar, en revivir el proyecto del acueducto del Monterrey VI, que sin duda significaría un costo muy alto. No hay que olvidar, además, que la Semarnat rechazó el proyecto, incluso, lo calificó como inviable.
A decir de la dependencia federal, lo que implicaría traer el agua del Río Pánuco tendría un costo muy alto de energía y, por ende, elevaría la tarifa para la población. Nos dicen que la intención de buscar agua del subsuelo que está aplicando Barragán, sin duda, es un buen proyecto, pero nos aseguran que se debe apegar en principio al plan hídrico.