El gobernador Jaime Rodríguez Calderón terminará su gestión como inició: enviando mensajes que parecen más ocurrencias que estrategia de gobierno.
“No salgas a agarrar el pedo. Cuídate del COVID-19”, publicó el mandatario en sus redes sociales como si tuviera argumentos sólidos para convencer a los jóvenes de no hacerlo.
Rodríguez quiso usar una frase coloquial en la entidad. Pero simplemente no ayudó.
Lo que los regios realmente necesitan no son las “puntadas” del gobernador, sino resultados positivos en el manejo de la pandemia por esta enfermedad.
Tampoco se ve bien que la propia autoridad haya comenzado una campaña de pánico y ahora cambie el tono.
La realidad es que la estrategia estatal ha fallado, al menos así lo dicen sus propios números. Pero lo más preocupante es la nula transparencia en el gasto de los recursos públicos para atender esta contingencia sanitaria, pues hay apenas una estimación muy general sobre los 4 mil millones de pesos, pero muy poca claridad.
“El Bronco” comenzó en aquel lejano 4 de octubre de 2015 en su toma de protesta: “échenme la mano. No voy a poder solo. No soy Superman, no soy Santa Claus”. Y bueno, se quedó solo y no pudo llevar a Nuevo León a buen puerto.
Una plataforma de agua fallida
La fallida implementación de la plataforma SAP en Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, a cargo de Gerardo Garza, sigue causando muchos dolores de cabeza.
Miles de usuarios se vieron afectados, otra vez, por las largas filas para hacer un trámite o pagar su recibo, pues el SAP sigue sin funcionar adecuadamente y, además, nos dicen, hay muchos claroscuros en su adquisición, no sólo por el alto costo sobre otras opciones.
El principal responsable es el actual director de Sistemas, Gerardo García Arteta, quien, nos comentan, tiene una sociedad con Sandra Said, quien dejó la Dirección Comercial para irse de campaña y en su lugar dejó a Carlos García Salazar.
Entre Gerardo y Carlos echaron a andar este proyecto y las fallas, apuntan de origen a un mal manejo de los recursos, porque no existe una explicación por el alto costo, habiendo otras a menor precio y más eficientes.
La plataforma fue adquirida el año pasado y en principio no querían echarla a andar al haber dudas de que fuera completamente funcional. Nos cuentan que ni siquiera los empleados fueron capacitados para utilizar este sistema.
Ahí están las consecuencias, ahora habrá que transparentar para deslindar responsabilidades.